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18 de abril de 2024

Línea Urquiza: Atacaron una formación: Hubo vidrios astillados y terror entre los pasajeros

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En un principio no se sabía si el tren fue atacado a piedrazos o a si le habían disparado desde el exterior.

Una formación de la Línea Urquiza fue atacada ayer por la noche y como consecuencia de ello quedaron astillados los vidrios de la puerta de uno de los coches de pasajeros.

Fuentes policiales revelaron a Noticias Argentinas que el hecho se produjo pasadas las 20:00 cuando el tren circulaba entre las estaciones de Villa Bosch y Martín Coronado, pero aclararon que ninguna persona resultó herida.

Los pasajeros sintieron una fuerte explosión

En ese momento, los pasajeros escucharon una explosión contra una de las puertas y de inmediato dieron aviso al personal de Policía Federal que está a cargo de la custodia arriba de las formaciones.

En un principio no se sabía si el tren fue atacado a piedrazos o a si le habían disparado desde el exterior.

"No se encontraron vainas ni el plomo ni nada que pudiera establecer que al vidrio lo astillaron de un balazo. Seguramente fue una piedra arrojada con una gomera o un bolón de acero compatible con un balinazo", precisaron las fuentes consultadas por NA.

Intervino la División Urquiza de Policía Federal, con jurisdicción arriba de las formaciones.

Asimismo, se determinó que la empresa ferroviaria tiene la obligación de radicar una denuncia judicial si el ataque fue a balazos, pero en esta ocasión sus autoridades anticiparon que no harán ninguna presentación por el hecho.

Por lo tanto, la hipótesis de la piedra o el balín cobra cada vez más fuerza.Ámbito.com

5 de abril de 2024

Línea Sarmiento: Mañana complicada para viajar: Demoras y cancelaciones por problemas técnicos y agresiones con piedrazos

Actualidad

Las formaciones circulan entre Moreno y Castelar. Hubo gente caminando por las vías en Ciudadela, donde se quedó uno de los ferrocarriles que iba rumbo a Once de Septiembre. Encima hubo agresiones con piedrazos y rompieron un parabrisas, cuya reposición cuesta cerca de 8 mil dólares.

Gente caminando por las vías y servicios cancelados por problemas técnicos. Esa es la mañana de este viernes para viajar en los trenes de la línea Sarmiento, que circula entre Moreno y Castelar y no se sabe en qué momento se reanudarán los recorridos completos entre terminales.


“Hubo dos formaciones con fallas en la energía de los equipos. Se trata de problemas en las baterías, que no funcionan como corresponde y no tienen recambio”, informaron a Primer Plano Online fuentes de la operadora estatal Trenes Argentinos Operaciones.

La bronca de usuarios y usuarias, que debieron caminar entre los rieles a partir de que una formación frenó su marcha en Ciudadela, derivó en actos vandálicos: atacaron a piedrazos uno de los trenes y rompieron un parabrisas, cuya reposición cuesta alrededor de los 8 mil dólares.


Por el momento, la información oficial indica que el ferrocarril que une la zona oeste del conurbano bonaerense con la capital federal “circula con demoras y cancelaciones por problemas técnicos en Liniers”. No está claro cuándo se retomará el servicio completo.PrimerPlanoonline.com

22 de septiembre de 2023

Santa Fe: En Santo Tomé nuevo saqueo a un tren de la empresa Trenes Argentinos Cargas (Línea Belgrano)

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Delincuentes obligaron a detener la formación tras violentar su sistema de frenos. Luego abrieron las boquillas de los vagones y robaron parte del cargamento.

Saqueo a formación de la empresa Trenes Argentinos Cargas en Santo Tomé: Una Escena Repetida de Caos

En una triste repetición de eventos pasados, un nuevo saqueo a una formación de la empresa Trenes Argentinos Cargas se desató durante la madrugada del jueves en Santo Tomé, específicamente en la zona del barrio El Chaparral.

El incidente, que sigue siendo un drama constante en Santa Fe y Santo Tomé, se caracterizó por actos de vandalismo que interrumpieron la circulación de la formación y resultaron en la pérdida de carga de cereales.

Tren sin frenos

En las primeras horas del jueves se perpetró el ataque con varios individuos que comenzaron a lanzar piedras contra la formación ferroviaria. Luego, como es ya una dramática modalidad, los vándalos abordaron los vagones y comenzaron a cortar las mangueras que asisten de aire a los sistemas de frenos.

La intervención forzada de los sistemas de frenos obligó al maquinista a detener la formación en seco. Este momento de vulnerabilidad fue aprovechado por los delincuentes para abrir las boquillas de los vagones y saquear la carga de cereales.

Ya en horas de la mañana el personal mecánico de la empresa se encuentra en el lugar trabajando para realizar las reparaciones necesarias y permitir que la formación continúe su marcha.

Lo más preocupante es que muchos de los saqueadores continúan en el lugar embolsando el cereal derramado, contando incluso con el apoyo de vehículos (camionetas) para sacar el cargamento.

El ambiente de inseguridad es palpable, y al menos entre 6 y 7 unidades policiales están presentes para custodiar el trabajo de los mecánicos y evitar así que sean asaltados.

Un mal que se repite

Los saqueos a trenes se han convertido en una triste constante en las regiones de Santa Fe y Santo Tomé.

Las zonas más afectadas son Villa Oculta, Pasaje Irala, Santa Rosa de Lima, Barrio San Lorenzo y, finalmente, El Chaparral en Santo Tomé. Una vez que la formación supera estas áreas problemáticas, el tren puede continuar su viaje sin más incidentes.

Este patrón repetitivo de saqueos a trenes plantea interrogantes sobre la seguridad en estas áreas y destaca la necesidad de medidas adicionales para proteger las rutas ferroviarias y su valiosa carga.ElLitoral105.com

18 de septiembre de 2023

Línea Sarmiento: Debió intervenir la Policía para que salga el tren de pasajeros desde la Estación 9 de Julio

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El servicio de trenes de pasajeros procedente de Pehuajó, se vio afectado ayer a la noche ante un conflicto en el sistema de compra y confirmación de pasajes. Intervino la Policía. Daños en la estación

Más de 10 personas no lograron abordar el tren que se detuvo en la Estación 9 de Julio (Provincia de Buenos Aires) de la Línea Sarmiento y que tiene como destino final la estación de Once de Septiembre, debido a no haber podido confirmar electrónicamente sus pasajes, ante lo cual se les negó su abordaje al transporte ferroviario.

Vale recordar que la empresa menciona este trámite en su página web: Para los viajes de larga distancia es imprescindible que entre 72 y 24 horas antes de la partida de tu servicio CONFIRMES TU VIAJE, a la ida y a la vuelta con tu número de reserva, para obtener tu PASAJE. Sin él no podrás subir al tren. Si tenés dudas comunicate al 0800-222-8736.


Se requirió presencia policial y tras la partida del ferrocarril y del móvil policial, algunos de los frustrados pasajeros decidieron atacar las instalaciones a piedrazos, lo que obligó a requerir nuevamente de presencia policial.

Si bien no hubo detenidos, se pudo constatar daños en puertas y vidrios de la estación.LaTrochaDigital.com

29 de abril de 2022

"Sin el tren no comemos". El recorrido que podría desaparecer por el avance de las villas sobre las vías

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En la estación Haedo descansa una formación azul de la Línea Roca, uno de los tantos ramales que se bifurcan de esa línea. Allí un grupo de cartoneros que pasó la noche durmiendo en las inmediaciones espera la activación del servicio luego de una larga jornada de recolección de cartones, plástico y metales. Se ponen en marcha cuando la guardia hace sonar su silbato que anuncia la salida rumbo a Temperley. Algunos empujan sus carros en los que se apilan los bolsones, otros llevan el peso sobre sus hombros. Todos se ubican en el último vagón, el furgón. Allí se agolpan en el espacio donde normalmente viajarían las bicicletas y que ahora ocupan ellos con carros y bolsas.

El tren avanza dejando atrás las casas y edificios de Haedo, pasa por San Justo, la segunda estación, donde se sube Tilín, un chico de 12 años que está descalzo. “Dale Tilín”, lo arengan desde el furgón el grupo de cartoneros y lo ayudan a subir un chango oxidado de supermercado repleto de bidones de plástico. Se amontona en el grupo donde están Miguel, que fuma marihuana y viste una gorra roja y blanca del Club Atlético Los Andes -un equipo de fútbol de Lomas de Zamora-, José, de 29 años y cinco personas más. Viajan con destino final hacia la estación Km 34 de Villa Albertina para vender su recolección.

Pasando el Mercado Central se ven cada vez más asentamientos que avanzan sobre las vías. Con el tren en movimiento empiezan a llover piedras desde las casonas de chapa que impactan contra las ventanas. Los dos policías que custodian la formación le piden a los pasajeros que las cierren. En Puente Colorado, la construcción de metal que cruza la ribera sur del Riachuelo, el tren se ralentiza abruptamente por la presencia de carros abandonados sobre los rieles, de dos caballos flacos que pastan de la basura y la cercanía de las casas con las vías. El cuadro se replica con mayor densidad en los barrios que se encuentran en la mitad del trayecto del ramal Temperley- Haedo.

Con los años, el avance de la marginalidad sobre la senda del tren se volvió un problema que afecta la normalidad de su frecuencia. El arrojo de piedras, el robo de materiales de las barreras y las vías para la construcción de casas se volvieron prácticas cotidianas y los vecinos conviven en una realidad de terrenos usurpados que se multiplican sobre el tren. La situación alcanzó un estado crítico en 2017, cuando hubo un incendio intencional en tres vagones de la formación por parte de un grupo de ocupantes de la villa sobre el ramal que interrumpió el servicio por meses.

Degradación

La degradación del ferrocarril es notoria. En los noventa circulaban 57 trenes de pasajeros por día. Ahora la frecuencia se redujo a 14. El tiempo del trayecto -que era de 40 minutos entre las cabeceras- aumentó a una hora y media. El deterioro en la calidad del servicio también es un problema para los vecinos de los barrios populares, que dependen del tren como único medio de subsistencia.

“Hace poco empezaron a hacer este vallado y a tomar terrenos. Vinieron a llevarse los fierros de las vías, todo el metal, todo lo que se pueda vender. También sacaban la tierra del terraplén para hacer el relleno para sus casas. Ahí hubo un problema grande porque empezaron a haber muchos pozos cerca de las vías”, cuenta José con el bolsón repleto de cartón sobre sus hombros al descender en la estación Km 34, donde el tren se detiene por 20 minutos a la espera que desciendan todos los carros del furgón.

Ante la falta de barrera, dos banderilleros frenan el tránsito del cruce por donde circulan automóviles, caballos montados y peatones. Donde antes había un laberinto para cruzar, ahora hay una vivienda que ocupa el terreno y la señalización ferroviaria. Todavía se puede divisar una cruz de San Andrés que sobresale de la estructura de dos pisos de cemento y ladrillo con un tanque de agua.

“Es normal que tiren piedras. Donde más tiran es en Puente Colorado, lo hacen de dañinos, los chicos y algunos grandes para entretenerse”, dice José que hace el recorrido todos los días de la semana. En 2021 los vidrios de las ventanas de la formación fueron reemplazados por acrílicos para evitar que la rotura de los cristales genere accidentes. Más allá de que el material resiste mejor la presión, se pueden ver los impactos y los ventanales astillados.

José, junto a otros vecinos del barrio dicen que la municipalidad de Lomas de Zamoraasignó viviendas sociales para que la gente deje de llevarse materiales de las vías y alejarlos de la traza. “Yo vivo en una de esas casas. Es toda de chapa. Nos dieron calefón, colchones, cama y frazada. Nos la otorgaron hace un año porque antes vivía sobre el costado de la vía y atrás tenía el arroyo, con las ratas y la mierda. Son 96 casas, divididas entre dos manzanas. El día de mañana me gustaría poder tener una casa de material para vivir con mi señora y mis dos hijas, pero hasta que lo resuelvan vamos a seguir viviendo así”, cuenta José y se dirige al puesto de cartones a una cuadra de la estación para vender su recolección.

“Siempre está movida la estación. Hace 15 años que estoy acá y esos terrenos los tomaron”, dice Lucía, puestera de 47 años señalando donde antes había una barrera. “También había una garita de seguridad, la tomaron y agrandaron el terreno que ahora está sobre las vías de la estación. Hace poco empezaron a tomar más terrenos sobre las vías para hacer casas más grandes. El problema es que construyeron y usurparon encima de una cañería de gas y es peligroso”, dice. La puestera trabaja en la estación de Km 34 todos los días hasta las 9 de la noche y señala que están creciendo los asentamientos, continuando el trazado de las vías en dirección a Juan XXIII.

Falta de barrera

A Lucía le preocupa mucho la falta de barrera. “Es muy peligroso el cruce, ya murieron varios chicos acá”, dice. Además del ramal del Roca, circula por la traza un tren de carga que a diferencia del de pasajeros no se detiene al llegar a la estación de Km 34. “Pusieron una barrera hace un tiempo pero la rompieron y se llevaron los materiales y no la volvieron a poner. Desde el ferrocarril abandonaron las obras que tenían que hacer. No se hacen cargo porque el tren no da plata, nadie paga boleto. Algunos pagan en Temperley y otros en Haedo, pero nadie más”, denuncia Lucía.

A su puesto se acerca Tilín luego de vender su recolección, por la que obtuvo $1000. Compra un choripán y se va a la estación para tomar el tren nuevamente en dirección a Haedo. “Antes iba a la escuela pero la dejé porque ahora trabajo”, dice Tilín y se va en la búsqueda de más cartón y plástico para vender.

María de los Ángeles es vecina de Villa Albertina y trabaja en Capital Federal como encargada de un edificio. Antes para ir a su trabajo se tomaba el tren, pero ahora busca otras alternativas de transporte “No me tomo más el tren porque se suspenden sobre la hora las frecuencias. Es un ramal complicado y se dejaron de hacer algunas frecuencias por la inseguridad. Lo más peligroso es desde el tramo de la ribera hacia la estación Turner, por lo cerca que están las casas de las vías. Después, entre Km 34 y Santa Catalina, también el tren sufre el vandalismo y lo cascotean permanentemente”, relata María.

Santa Catalina es la zona más densamente poblada, en la que viven 7850, familias que representan 24.021 personas de acuerdo con el último censo de barrios populares realizado por el Renabap.

Desde Km 34 en dirección a la estación Juan XXIII corre paralelo a las vías un arroyo que se desprende del Riachuelo. Los desperdicios de todos los asentamientos fluyen hacia su cauce y la basura flota en el agua verde empantanada. Allí, Isaías, un cartonero de 18 años, construye su casa en un terreno ocupado que compró su madre. En primer año de la secundaria abandonó la escuela y viaja en el Roca todos los días para recolectar cartón. “Cuando pasa el tren acá vibran todas las paredes. Tiembla el piso. Los chicos acá son terribles, no les importa nada y le tiran piedras al tren, las madres tampoco les dicen nada. El tren anda de las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Esa frecuencia no nos sirve y muchos nos quedamos a dormir en la estación de Haedo porque no tenemos cómo volver después de la última hora con los carros”, relata Isaías mientras barre el frente de la casa que está edificando.

El umbral de su vivienda está frente al arroyo. “En el invierno el frío acá no se banca. Los chicos están todos brotados. La gente tira la basura, flotan los perros muertos y hay ratas, todo eso da olor y trae enfermedades”, agrega Isaías. Sus vecinos señalan que sufren brotes de tuberculosis, sarampión y sarna. Detrás de su casa sobresale una antena de electricidad. Debajo de ella se edificaron viviendas. Uno de sus vecinos dice que en el verano se desprendió un cable de la antena y electrocutó a uno de los habitantes que vivía allí y murió por la descarga. También se construyeron casas encima de la boca de la tormenta que tapan las cloacas y generan inundaciones cuando llueve.

Omar de 29 años recoge cartón en Villa Albertina y cuando no encuentra en el barrio se toma el tren con dirección a Temperley o Haedo. “Sin el tren no somos nada. Cuando no funciona no hay trabajo para nosotros. No es la gran cosa, pero gracias a él podemos laburar así que tratamos de cuidarlo entre todos porque sin el tren no comemos”, dice Omar mientras empuja su carro en la calle lateral al arroyo. Los vecinos históricos del barrio dicen que el ramal antes contaba con dos furgones, en vez de uno como en la actualidad, en el que entraban hasta 30 carros. Hace seis años el tren se llenaba con personas que iban en busca de droga a kioscos y búnkers de La Tablada, por lo que las autoridades retiraron el furgón.

“Desde que sacaron ese furgón el laburo cambió bastante y de golpe. Hay muchos carros y no entramos todos. A veces el tren no nos espera para subir los carros. Me gustaría que mejore el tren. No puedo hacer otra cosa que andar con el carro porque no consigo un trabajo fijo. Estudié hasta quinto grado porque si seguía estudiando en vez de laburar no comía”, relata Omar.

Historia

El furgón originalmente se diseñó para llevar equipaje, encomiendas y bicicletas, explica Jorge Eduardo Waddel, historiador e investigador de políticas ferroviarias. El ramal en el que hoy avanzan los barrios populares fue inaugurado en 1886 con la idea de conectar La Plata con el interior de la provincia a través de los empalmes en Temperley y en Haedo.

“El principal tráfico que tuvo ese ramal fue con los trenes de hacienda. Se utilizaba para llegar con la hacienda al mercado de Liniers y tenía un servicio de pasajeros, pero como la zona era muy despoblada el servicio era mínimo. A partir de 1950 fue creciendo el tráfico de pasajeros hasta 1999 que tuvo un pico muy importante. Después vino la degradación total entre 2001 y 2002 con el avance de las villas y el vandalismo y paralelamente la inacción e inoperancia de las autoridades ferroviarias”, dice Waddel.

Consultados por LA NACION, desde la municipalidad de Lomas de Zamora a cargo de la intendenta Marina Lesci, informaron que reubicaron a 90 familias. Agregaron que proyectan reubicar a más familias y construir 264 viviendas en un predio de 4 hectáreas. El plazo en el que estarían habitables sería dentro de 18 meses.

Desde Trenes Argentinos, la entidad a cargo del servicio ferroviario, no respondieron las consultas de LA NACION.

En los alrededores de Km 34 hay cuatro puestos de compra de cartón y chatarra a los que acuden todos los cartoneros que bajan del ramal. Uno de ellos, el más cercano a la estación, pertenece al Chavo, de 49 años, un exchofer de colectivos que hace 40 años que vive en Villa Albertina. A su negocio acuden entre 50 y 60 personas por día que descienden directo de los trenes. El kilo de cartón lo paga $28 y el de chatarra, $17. Trabaja junto con sus hijos y todo lo que compra en la jornada lo cargan en un camión celeste en el que viajan dos veces por día a una papelera en el centro de Lomas de Zamora. Diariamente transporta tres toneladas de cartón y cuatro de chatarra.

El Chavo relata que hasta 2003 toda la zona era campo y se fue poblando hasta alcanzar la densidad poblacional actual. “El tren de acá lo sacaron un tiempo porque lo incendiaron. Prendieron fuego las máquinas y los vagones, yo estaba acá cuando pasó. Fueron pibes que viven acá en este barrio, que se desubicaron y dejaron un montón de gente sin laburar”, recuerda el Chavo mientras llega a su puesto la última ola de cartoneros, que descendió del tren de las 19. En su balanza vuelcan chatarra, bicicletas desarmadas, postes de dirección de calles, cajas de cartón, neumáticos, matafuegos, baldes de pintura y bidones.

El hecho que relata sucedió el 8 de noviembre de 2017 cuando un grupo de habitantes de los asentamientos de las vías subieron al tren y lo incendiaron.

“Fue terrible, era la muerte acá,. La gente estaba sin un mango porque no podía salir a laburar. Se pusieron a juntar cosas de la basura para comer. Desde entonces empeoró la frecuencia. Antes pasaba cada 45 minutos, ahora cada hora y media. Cambió todo. No es lo mismo que antes. Cortan temprano el tren, a las 7 de la tarde, y después de esa hora no queda nadie en la calle”, dice el Chavo. “Si no anda el tren se arruina todo, se queda todo el barrio sin laburo. Ahí la gente empieza a hacer cagadas, se desesperan y se mandan a robar”, agrega.

Cuando la última formación se aleja a la noche de la estación Km 34, el cruce bullicioso y transitado durante el día empieza a quedarse en silencio, mientras los cartoneros terminan de pesar su recolección en lo del Chavo, que les paga en el momento. Tilín también baja del tren para vender y sorprende a los trabajadores del puesto ¿Otra vez acá?. Fuente y fotos: LaNación.com

17 de enero de 2022

Pánico en la Línea Roca: Vídeo de la batalla campal con piedrazos y botellazos que intimidó a los pasajeros

Actualidad

La escena se registró durante el fin de semana en la estación Lomas de Zamora. Dos bandas comenzaron a pelearse y el servicio fue demorado.

Momentos de angustia y de tensión se vivieron en un tren de la Línea Roca, cuando dos bandas se enfrentaron con piedrazos y botellazos. La formación, que había arribado a la estación Lomas de Zamora, fue el escenario de la pelea y varios testigos filmaron la violenta escena, en pleno viaje.

El hecho ocurrió la noche del sábado pasado, cuando la formación arribó a la estación Lomas de Zamora de la Línea Roca. Allí se produjeron demoras cuando dos bandas se enfrentaron en una feroz batalla campal, con los pasajeros como testigos.

En el video, se ve como las personas que viajaban en la formación debieron refugiarse y esconderse, ante la lluvia de piedras y proyectiles que volaban de ambos lados del andén.

Según informaron fuentes policiales, quienes protagonizaron el brutal enfrentamiento fueron dos grupos de jóvenes. Varios pasajeros filmaron desde sus celulares el violento hecho, que comenzó a circular por las redes sociales en las últimas horas.

"Están disparando en el tren", dice uno de los jóvenes que grabó las impactantes imágenes, creyendo que se trataba de armas de fuego. En realidad eran las piedras, que impactaron por todos lados en el vagón detenido.

No se registraron heridos y solamente se vio demorado el servicio del Tren Roca. La policía investiga quiénes fueron los autores de la disputa en plena estación del ferrocarril.Ámbito.com

28 de junio de 2021

Concordia: Una pésima costumbre que se repite constantemente. Atacaron a piedrazos a un tren de carga e hirieron a uno de los conductores

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Lo que pasa en la ciudad de Concordia (Provincia de Entre Ríos), como en otras zonas "calientes" del país donde al parecer el "deporte" predilecto de los inadaptados que viven en esas zonas es tirarles piedras al paso de los trenes. La situación ya es insoportable, porque no es la primera vez que hieren al personal de conducción.

El incidente ocurrió ayer domingo, luego que desconocidos atacaran a un tren de carga cuando transitaba por la ciudad de Concordia, más precisamente en la zona adyacente al barrio La Tablita, zona "caliente" si las hay", donde delincuentes se "divierten" tirándoles piedras al tren, sobre todo a la locomotora sabiendo que en ella se encuentran trabajadores cumpliendo con su función, lo que agrava mucho más esa actitud delictiva.

En esta ocasión, volvieron a herir a uno de los conductores de la locomotora de nombre Axel Richi, cuando la formación circulaba por un paso a nivel de la ciudad de Concordia. El trabajador sufrió una lesión en uno de sus ojos, luego que lo alcanzara un fragmento de vidrio, que luego de algunos minutos, fue atendido por una ambulancia que provino de la localidad de Benito Legeren

En esta oportunidad, una piedra arrojada por los vándalos, informa LaSemana.com, rompió el vidrio de la cabina del conductor de la locomotora diésel Nro. 9405 de la formación Nº 12 de Trenes Argentinos Carga (Línea Urquiza) que transportaba piedras.

Inmediatamente, se puso en marcha las comunicaciones internas de Trenes Argentinos tomando el mando Alexis Alegre, mientras esperaba un nuevo acompañante para proseguir hacia su destino.

Creemos desde Crónica Ferroviaria, que si no se pena rigurosamente todos estos hechos de vandalismo, que ya se está tornando muy común en nuestro país en lugares muy "calientes" donde las formaciones circulan por barrios de emergencia, lamentablemente vamos a tener que lamentar desgracias personales de los trabajadores ferroviarios.

¿Qué esperan las policías provinciales y la justicia para actuar?

11 de julio de 2019

Apedrean en el mismo día dos trenes de pasajeros regionales

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Raro, ¿no?. Cuando dos trenes de pasajeros que día a día transportan más y más pasajeros, como lo son: Neuquén - Cipolletti y General Güemes - Salta de la empresa Trenes Argentinos Operaciones y donde se solicita a través de los gremios que los servicios sean prolongados hacia otras localidades, ahora aparecen "manos extrañas" que apedrean las formaciones.



Según el gremio La Fraternidad (Conductores de trenes) en el día de ayer a las 21,30 horas cuando el coche motor Materfer circulaba por el barrio Costa Norte ubicado en la ciudad de Cipolletti (Provincia de Río Negro) fue atacado a piedrazos. Desde el sindicato contaron que no es la primera vez que suceden este tipo de situaciones y que suelen ocurrir en este barrio o en la zona de Bouquet Roldán, en Neuquén.

Sobre el particular, también debemos informar, o casualidad, que en el día de ayer el tren regional que une las ciudades salteñas de General Güemes y la Capital fue apedreado lo que dicho acto vandálico ocasionó heridas menores a un bebé y dos personas con cortes por la rotura de vidrios.

Sabemos que tirar piedras a las formaciones ferroviarias es una vieja costumbre, pero nadie hace nada que este vandalismo se termine de una vez. 

21 de marzo de 2018

Línea Belgrano: Sigue complicándose la circulación de trenes de carga por el Ramal C en cercanías de la capital tucumana

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria - Fotos: Segundo Giménez

Uno quisiera publicar buenas noticias de lo que pasa en el medio de transporte ferroviario, que las hay, pero también tenemos que hacerlo con las malas que últimamente están aflorando y no podemos dejarlas de lado.

Amén de los descarrilamientos de los que uno se entera ocurren a diario en casi todas las líneas ferroviarias en uso a lo largo y ancho del país, también tenemos que informar sobre los inconvenientes que tienen las formaciones ferroviarias de circular libremente por su infraestructura, sin verse impedidos por obstáculos puestos en las vías (como lo muestra la fotografía), piedrazos, balas de plomo y también robo, que en ciertos lugares muy peligrosos de algunas ciudades altamente pobladas del país, ocurren con los trenes.



Hoy tenemos que informar que una formación de la empresa Trenes Argentinos Carga de la Línea Belgrano cuando circulaba por el asentamiento denominado "El Chivero" ubicado en el Ramal C en cercanías de la ciudad de San Miguel de Tucumán, los conductores del tren se encontraron con un obstáculo en la vía lo que hizo que tuvieran que detener el convoy con el agravante ser asaltados, cosa que no ocurrió.


Este Ramal C es muy importante para la circulación de los trenes de carga que vienen del Norte, hasta tanto no se repare por completo la prometida obra de renovación total del Ramal C8. Algo tienen que hacer, ¡YA!, y no dejar que los vándalos le ganen al ferrocarril.

Cuadrillas de vía y obra en peligro

No se imaginan las autoridades nacionales, provinciales y municipales el peligro que corren los trabajadores del riel cada vez que tienen que concurrir para reparar las vías, inspección o cuando ocurre un descarrilamiento por la zona en cuestión (otras también peligrosas) y tener que encarrilar los vehículos.





Prácticamente les tiran de todo, hasta balas de plomo, y también han sido objeto de robos. No puede ser que esos hombres tengan que trabajar con miedo cada vez que pasa algo por esos lugares.

Por ese motivo, se logró tener el visto bueno para blindar y reforzar con rejas una zorra de vía que fue modificada en los Talleres Ferroviarios Tafí Viejo para que los trabajadores puedan, aunque sea por las piedras, poder cubrirse y no salir heridos.

22 de febrero de 2018

Línea Mitre: Lamentable estado exterior de algunos coches de pasajeros de larga distancia de origen chino

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Hasta el cansancio nos hemos referido en CRÓNICA FERROVIARIA al grave problema que existió, existe ¿y existirá? cuando los trenes de larga distancia de la Línea Mitre (comúnmente llamados "El Tucumano", "El Cordobés" o "El Rosarino") circulan por la zona de villas que se encuentran ubicadas pegadas a los terrenos ferroviarios en la ciudad de Rosario (Provincia de Santa Fe). Aunque también hay otros lugares peligrosos, como a la entrada a la ciudad de Córdoba.

Fotografía tomada en el día de ayer en estación Rosario Norte. Crédito a quién corresponde

El problema de los tirapiedras u otros objetos contundentes hacia los trenes de pasajeros, no es de hoy sino de hace décadas. Hemos sido testigos allá por los 90 en Cabín 7, donde se cruzan a nivel la Línea Belgrano y la Línea Mitre, chiquilines de no más de 10 años corriendo detrás del tren tirándole piedras con el sólo fin de pegarle al telemetro (aparato fín de tren) de los cargueros.


Fotografías tomadas por un colaborador de Crónica Ferroviaria de hace unos meses atrás cuando viajaba en "El Tucumano". 

Es un mal endémico que deberá solucionarse definitivamente. Nosotros creemos que acá ya no median más palabras, se tendrá que tomar este grave problema de una vez y solucionarlo antes que debamos dar la noticia de una muerte (cosa que no deseamos que ocurra) por un piedrazo u otro objeto más contundente.

Las autoridades nacionales, provinciales y municipales tienen que una vez por todas hacerle frente con todo el peso de la ley a este grave problema.

No dejemos que estos delincuentes se salgan con la suya, o que las autoridades hagan la fácil que es suspender los servicios de pasajeros.

30 de noviembre de 2017

Vándalos atacan a piedrazos al tren de pasajeros "El Tucumano" en la ciudad de Rosario

Actualidad

Texto y fotos: Ariel Espinoza (para Crónica Ferroviaria)

La verdad que he visto apedrear trenes y viajé mucho por ferrocarril a distintos puntos del país, pero nunca imaginé lo que iba a vivir hoy momentos terribles, hace unos minutos arriba del tren de pasajeros Nro. 265 comúnmente denominado "El Tucumano" de la Línea Mitre, que salió hoy de Buenos Aires a las 11,30 horas, cuando el mismo circulaba pasando la Avda. Circunvalación con destino a Rosario Norte.



Los vándalos se encontraban en los techos de una casa humilde, personalmente observé cuando estos energúmenos (eran dos tipos: uno grande obeso y el otro un menor de edad) que apuntaban directamente a la ventanilla del baño de damas del coche Nro. 401. El proyectil ingresó hasta el antebaño por la banderola y rompió el espejo.

Este es el proyectil arrojado

Por poco un guarda que realizaba la limpieza es herido junto a otro trabajador ferroviario. El tren de pasajeros estuvo detenido en estación Rosario Norte desde las 17:45 horas hasta las 18:22 horas, una vez que fueron retirados los vidrios y despejada la zona perjudicada por los piedrazos.

Banderola baño de damas por donde ingreso el proyectil

Tuve que agradecer a Dios que ese lamentable y repudiable hecho no haya tenido consecuencias en ningún pasajero, viajo en este momento con mi hija y ella estuvo en ese lugar hacía cinco minutos antes.




A decir verdad hay que agradecer al personal ferroviario de abordo que pone toda la voluntad para atender rápidamente cualquier problema que ocurriere, y a mi criterio este tren de pasajeros funciona por el empeño puesto por los trabajadores. 

21 de julio de 2017

Neuquén: A pedradas rompieron una de las ventanillas del Tren del Valle

Actualidad

Se produjo esta mañana a la altura de Las Palmas. No hubo lesionados ni detenidos por el hecho.

Un grupo de pibes apedreó esta mañana la formación del Tren de Valle y rompió una de las ventanillas del lado derecho del convoy.


El hecho vandálico se produjo alrededor de las 9 de la mañana de hoy a la altura de Las Palmas y no registró -de milagro- ningún lesionado entre los pasajeros.

El ataque, por el que no habría detenidos, motivó que las tres primeras filas del vagón no sean utilizadas por precaución, además de que debió taparse el ventanal con una lona ante la falta del vidrio.


No es la primera vez que este tipo de ataques tienen en la mira al Tren del Valle ya que ni bien fue inaugurado se produjeron un par de incidentes similares.LaMañanadeNeuquén.com

22 de diciembre de 2016

Tucumán: Donde campea la inseguridad ferroviaria

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Desde Crónica Ferroviaria en distintas notas que publicamos en nuestro medio, ya informábamos sobre la inseguridad que se vive en la traza ferroviaria donde barrios que se encuentran pegados a la misma se viven hechos de inseguridad, tanto por el robo de durmientes y otros elementos, como el apedreo constante de las formaciones que circulan por dichos ramales.

Hoy tenemos que informar que el tren de carga Nro. 5005 (con 25 vagones vacíos) que tiene como destino Salta, se encuentra desde hace tres días estacionado en Tafí Viejo porque rompieron el parabrisas de la locomotora GM modelo GT22CU Nro. 9739 de un piedrazo.


Según nos informa gente que trabaja en el ferrocarril en la zona, la cosa se va agravando día a día, a tal punto que la locomotora GM modelo G22CU Nro. 7778 que venía en auxilio de la 9739, no lo pudo hacer por el robo de durmientes en una alcantarilla ubicada en el triángulo de San Felipe. Por lo tanto, dicho tren todavía se encuentra en estación Tafí Viejo a la espera del auxilio correspondiente para seguir viaje hacia el Norte.


Lo que nos dicen, es que los barrios que están ubicados al Norte de la ciudad de Tucumán, como Muñecas, El Chivero y La Bombilla, cuyas casas se encuentran a orillas de la infraestructura de vía, es constante la inseguridad que se vive, tanto por el robo de material ferroviario, como por el apedreo de todo tipo que sufren los trenes de carga que circulan por la zona.

También en cercanías de Pozo de Vargas (Km. 804,000) del Ramal C, es constante el robo de durmientes de quebracho, que hizo que en una oportunidad una formación descarrilara, por lo tanto la empresa tuvo que cambiar dichos durmientes de madera por los de cemento. 

Acá, creemos que lo que está fallando es la seguridad que tienen que brindar las autoridades nacionales y provinciales para que puedan circular sin dificultades las formaciones, y ver la posibilidad de poder sacar de la zona de los terrenos ferroviarios a las viviendas que se encuentran invadiéndolos, llevando a las familias hacia terrenos fiscales, no sólo para que puedan vivir en mejor forma, sino también por seguridad de ellos mismos, ya que hemos informado de descarrilamientos donde vagones de carga se han metido prácticamente dentro de las viviendas.

Creemos que hay que tomar pronta una resolución, y no buscar la fácil que es que el ferrocarril no funcione.

3 de octubre de 2016

Abandono y suciedad en las estaciones del Tren de la Costa

Actualidad

Las estructuras de madera de los andenes están deterioradas y grafitadas; al costado de las vías se acumula basura y las formaciones tienen vidrios rotos; el Gobierno promete una puesta en valor.

En el andén de la estación San Isidro del Tren de la Costa, las telarañas trepan por las columnas y cuelgan del techo. A un costado, una gran cantidad de sillas de oficina descansan apiladas bajo una de las galerías del centro comercial que fue, en los años 90, uno de los grandes atractivos de la zona y que hoy parece abandonado. Barandas oxidadas, una fuente seca y resquebrajada, trozos de vidrio en algunos de los caminos laterales a las vías y pocos locales habitados completan el panorama.

Las deficiencias se replican en la mayoría de las 11 estaciones que integran el recorrido de este tren, de 15,5 kilómetros, a través de los municipios de Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre. Fue inaugurado en 1995 por la Sociedad Comercial del Plata (SCP), que era controlada por el grupo Soldati, y desde su estatización, en 2013, depende del gobierno nacional.

La empresa venía de un largo derrotero financiero después de que el proyecto integral -ferrocarril, parque de diversiones y casino- nunca logró ser rentable. Y el deterioro ya se advertía en el ramal; hoy, perdura en la mayoría de las estaciones, de estilo inglés.

Por día, 2800 personas utilizan el ramal. Foto: Maximiliano Amena

La madera de los techos luce desvencijada, y las paredes, atestadas de grafitis de todos los tamaños y colores. "Con respecto a los locales que están venidos a menos o cerrados, eso es producto de la desidia de los últimos años y estamos trabajando para volver a ponerlos en valor", dijeron fuentes oficiales, en alusión al gobierno anterior.

"Somos de Escobar, vinimos a San Isidro a pasar el día. La verdad que la estación es un desastre. En los 90 tenía mucha vida, familias caminando, era un paisaje colorido. Es una lástima que esté así. A la noche me daría miedo caminar por acá", opinó Agustín, de 48 años, mientras almorzaba en uno de los pocos locales abiertos.

"En la estación San Isidro hace una semana que empezó a funcionar la vigilancia 24 horas", contrarrestaron fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación.

Además de astillas de vidrio, en los laterales de las vías se cuelan restos de basura entre el pasto sin cortar. "Lo veníamos hablando recién con mi novio. Es deprimente esto. Vine hace unos años y lo recordaba muy lindo, no estaba así. Me sorprendió", dijo Pilar Perciavalle, de 26 años.

Paredes grafitadas en la estación Anchorena. Foto: Maximiliano Amena

El pase del tren sale $ 10, si bien para los jubilados no tiene costo, Elena Dezza, de 72 años, se quejó de tener que presentar un recibo bancario que debe retirar cada mes para demostrar que es jubilada. "No sé para qué crean las cosas si después las complican así", dijo. Para ella, los andenes se conservan bien, "pero uno de los accesos a la galería es muy tenebroso. La municipalidad debería hacer algo", opinó.

Además del mal estado de sus estaciones, al pequeño tren que comienza su circuito en la estación Maipú y lo culmina en Delta, en Tigre, se le objetan dos cosas: que pasa cada media hora y que muchas de sus ventanillas evidencian el impacto de piedras o balas, por lo que están rajadas. En el Ministerio de Transporte de la Nación explicaron que en junio de este año se ajustaron los horarios del ramal Mitre del ferrocarril Mitre para hacerlos coincidir con los del Tren de la Costa y poder hacer una mejor combinación. Y que los fines de semana agilizaron la frecuencia de los trenes a uno cada 20 minutos. "Gracias a estos dos cambios se incrementó la cantidad de pasajeros de 1800 a 2800 diarios", dijeron.

"Me encanta el tren, algunos vidrios están rotos pero lo demás anda bien", detalló Blanca Fernández Tesone mientras hacía el recorrido. "Las estaciones están un poco abandonadas. Sobre todo la de San Isidro, que se vino abajo", señaló Mariana Rebelliano. Madre e hija suelen tomar el tren los fines de semana.

Inseguridad

En cada parada los pasajeros encuentran estaciones intervenidas con aerosoles y con basura acumulada contra los alambrados. Pero en la estación Canal, en Tigre, eso sería lo de menos. Lindante con la villa Garrote, es la más insegura del trayecto. "Acá nunca sabés qué día te puede tocar", comentó uno de los guardias que custodiaban el lugar.

Mientras dos adolescentes intentaban conectarse al Wi-Fi del centro de atención familiar y de salud que funciona en esa estación, dependiente del municipio de Tigre, un ruido seco se sintió en el aire. "Debe ser un piedrazo, no sé de dónde vino", dijo uno de los chicos con total serenidad. A los pocos minutos, varios disparos se oyeron a lo lejos. "No pasa nada, acá es normal", reiteró el guardia. "El otro día pasó una moto negra a fondo y atrás la seguían cinco patrulleros", agregó.

La estación está desolada: en sus polvorientas escalinatas de cemento hay restos de basura y hojas secas, y un olor nauseabundo. Constantemente cruza las vías gente que vive en la villa, rumbo al centro de la ciudad.

En dos de las estaciones del trayecto, San Fernando y Barrancas, funcionan ferias al aire libre donde algunos vecinos suelen comprar artesanías. Detrás, las paredes se llenan de grafitis y la madera del techo sufre el deterioro. "La feria de anticuarios que funciona en Barrancas está en tratativas con la Asociación de Ferias de Anticuarios para obtener el permiso de uso precario y empezar a pagar un canon por estar ahí. Esos trámites demoran mucho tiempo", agregaron fuentes del Ministerio de Transporte. Además, explicaron que quienes tienen cafés en las paradas poseen un permiso para hacerlo. "Ellos mantienen los locales, nosotros la estación", aclararon.

Punta Chica, la excepción

Punta Chica, en San Fernando, parece ser la excepción a la regla que rige entre todas las estaciones del deteriorado trayecto del Tren de la Costa hacia Tigre. Gracias a un café que funciona allí, la estación, pintada de blanco y verde agua se funde, en un escenario pintoresco con los adoquines del andén y las hojas secas de las vías, entremezcladas con verdes plantas que dividen los tramos en cada sentido del tren.Fuente: Diario La Nación (Nota enviada por nuestro colaborador señor Jorge Zatloukal)

11 de agosto de 2016

Línea Roca: Servicios de pasajeros Haedo - Temperley, ¿con los días contados?

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Tal como lo informara Crónica Ferroviaria hace unos meses, sobre los problemas de todo tipo que sufre el servicio de pasajeros entre las estaciones Temperley - Haedo de la Línea Roca, por distintos problemas, por ejemplo, suspensión de trenes por falta de personal de seguridad o falta de material tractivo (eso es moneda corriente), circulando a veces una sola formación (de las dos que tendrían que hacerlo normalmente) o ninguna.

En el día de ayer el canal 13 en su noticiero central Telenoche, se refirió extensamente sobre los problemas que sufre este servicio de pasajeros de la Línea Roca expresando el periodista Martín Ciccioli, quien viajó junto a los pasajeros para mostrar lo que padecen diariamente, lo siguiente: "Lo que ocurre con este tren que une a las localidades bonaerenses de Haedo y Temperley parece sacado de una película grotesca de terror. Sus formaciones que pasan por zonas sensiblemente peligrosas e inseguras deben apagar la luz y transformarse en "fantasmas" para evitar que les lancen piedras".



"Acá no importa cómo vas. Estás sentado o parado y ¡boom!, aparecen las piedras", relató a Telenoche uno de los trabajadores que viaja todos los días en el tren que se conoce popularmente como "La Chanchita" (sic). El ferrocarril no solo tiene que "esconderse en movimiento" sino que en muchos lugares no tiene barreras, no hay boleterías, los robos son moneda constante, y el miedo se palpa en los vagones, expresa el periodista.

"Como en algunas estaciones no hay barreras, los guardas tienen que ingeniárselas para frenar a los autos en los cruces de vías: se bajan de las formaciones para parar el tránsito y hacer de "hombres barreras". Esa estación, además, está en el miedo de un barrio con casillas construidas precariamente que hace todo aún más complicado para que el tren circule con normalidad".

"Telenoche descubrió una situación particular en una de las estaciones: encontró que una familia armó su casa en una garita de seguridad abandonada. "Vivo acá porque no tengo un lugar donde vivir. Había gente antes, pero después se fueron. Nadie me dijo nada", relató la mujer que tomó el lugar, donde vive junto a su marido y su nieta".

Desde Crónica Ferroviaria creemos necesario que tanto los sindicatos del sector, como las asociaciones defensoras de los trenes y público en general estar muy atentos con todas estas notas de estos medios periodísticos que siempre fueron en contra del medio de transporte ferroviario, porque en vez de exigir a las autoridades nacionales de tratar de mejorar el servicio y dar la seguridad correspondiente, muestran lo malo para que el televidente se ponga en contra de los trenes.

No es que queremos ser alarmistas, pero cuando vemos notas de este tipo por medios que toda su vida fueron adversos al sistema ferroviario, hay que estar muy atentos si no son "operaciones" para su posible suspensión y dejar a mucha gente humilde que usa dicho servicio sin los trenes de pasajeros.

Hay que exigir que el Ministerio de Transporte de la Nación y la empresa Trenes Argentinos Operaciones tomen manos en el asunto y consolidar los servicios y la seguridad correspondiente.

No podemos bajar los brazos y hacernos los distraídos. Acá los gremios del sector tienen que estar en lucha constante que estos servicios no se supriman porque, de concretarse, después irán por otros.

2 de noviembre de 2015

Línea Belgrano Sur: Siguen los hechos de vandalismo en las formaciones chinas

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Esta es la segunda nota en una semana que publicamos en Crónica Ferroviaria sobre hechos de vandalismo que se producen en las triplas de coches motores de origen chino, que el Estado Nacional adquiriera o km. para prestar servicios en los ramales de la Línea Belgrano Sur.



Recordar que hace unos días en una nota titulada "Día de piedras, noche de pinturas" también informábamos sobre distintos hechos de vandalismo como: graffittis y piedrazos arrojados por inadaptados hacia las formaciones de origen chino y que fuimos testigos de esto último.

Fotografías extraídas de Internet, crédito a quien corresponda

Sabemos que dicho material ferroviario está debidamente custodiado por personal de seguridad, pero por lo visto o no es el suficiente o no se cumple  con el deber de protegerlos como se debe de estos inadaptados.

Las autoridades que están al frente de la Línea Belgrano Sur deberían poner más celo en que se proteja dicho material ferroviario del vandalismo, y no en prohibir que la gente tome fotografías de los trenes, que a decir verdad, con esta actitud de no dejar sacar fotos hacen que los ferroaficionados pasen un mal momento, a la vez que violan su libertad de hacerlo.

6 de julio de 2015

Viva en el Tren Tortuga: 26 horas de Retiro a Tucumán

Actualidad

A 44 kilómetros por hora, une Buenos Aires con Tucumán. Viva lo abordó para contar sus secretos. Y tardó una eternidad.

La Tierra completa su rotación y todavía queda un rato para que el tren que partió de Retiro llegue a Tucumán. Más de un día a bordo y los piedrazos avisan que nos acercamos a zona urbana. Se ven ranchos, casas pobres, no diez mansiones. El coche comedor ofrece medialunas envejecidas. Y aparecen a los costados las carcasas de trenes sin ventanas y con su esplendor oxidado. Por las vías del presente entramos a una estación del pasado.



Cuando la locomotora se detiene, parece refunfuñar. El cronómetro marca que tardamos 26 horas y 27 minutos en recorrer 1.157 kilómetros, un viaje que en 1970 demandaba 14 horas y 58 minutos. ¿Qué hemisferios nuevos se han interpuesto entre la partida y el destino? ¿Quién ha ensanchado los husos horarios? ¿Por qué los pasajeros de hoy ven evaporarse 11 horas y 29 minutos más de sus vidas que los de antes, en la misma aventura?

Como una formación en maniobras, que avanza y retrocede en busca de su ruta, esta crónica no responde a la lógica de una cronología, pues es de un viaje a 45 kilómetros por hora al que le sobra vértigo.

Comienza con un alerta del inspector que recibe los boletos en el andén 8 de Retiro: “¡Apúrense, que lo pierden!”.

Los 400 pasajeros agilizan el paso, para subir a vagones verdes abollados que los dejarán atrapados en dos amaneceres y un atardecer en cámara lenta.

Nos lleva casi ocho horas llegar a Rosario, cuando en 1926, la locomotora a vapor La Emperatriz cubrió esa distancia en tres horas y 21 minutos. El trayecto, además, es el que iba a cubrir en un suspiro el Tren Bala que prometió Néstor Kirchner y nunca se concretó. Nosotros vamos en un Tren Tortuga. Y pasa de todo:

–¿Se viene el fin? –pregunta una señora elegante a 15 centímetros de mi cara.
–No, recién estamos en Zárate –alcanzo a murmurar.
–Pero yo le pregunto si se viene el fin del mundo –insiste, y me preocupa.
–Nnnno sé, yo voy a Tucumán...
–Ahh, nosotros bajamos en La Banda y de ahí nos vamos a predicar a Charata, Chaco. Somos cinco Testigos de Jehová, estamos en Primera Clase –aclara, y me alivia, mientras me regala una revista sobre el Apocalipsis.

Nuestro pasaje es clase Turista y debe estar entre los más baratos del mundo: 45 pesos, menos que una pizza. Este tren cumple así una función social, al ser accesible para gente que no puede pagar los 1.000 pesos que cuesta el micro. El servicio estuvo interrumpido por malos manejos y se restableció hace 10 años con las prestaciones mínimas. El boleto más caro es el de los camarotes, que sale 400 pesos y es para dos personas. Pero ahí hay sólo 12 lugares y la gente tarda hasta seis meses en conseguirlos.

Los pasajes se agotan enseguida, pero el tren va con tres vagones vacíos, donde cabrían 150 pasajeros más. “Es por una reestructuración, quieren hacer todo Pullman y Primera”, fue la respuesta de un guarda que se alejaba tras un ojo de buey.

“Este vagón ha sido desinfectado, desinsectizado y desratizado”, dice el Certificado de Control de Plagas, firmado tres días antes de la partida. Otro cartel pide “Atención. Estufa. No apoye sus pertenencias”. Pero las señales más inspiradas son las de los baños: rectángulos rojos con siluetas negras de hombres con saco y corbata y señoras con elegantes tailleurs. Son huellas del pasado, cuando por la misma vía circulaba un tren veloz.

El viejo tren, a 120 kilómetros por hora. “El Expreso Buenos Aires-Tucumán es una formación bruñida, elegante, única. Creada por técnicos y obreros ferroviarios argentinos. Con aire acondicionado, música ambiental, totalmente alfombrado, informativos a bordo. Comparable a los mejores trenes del mundo y... a sólo 14 horas y 58 minutos de Tucumán”, destacaba, hace 45 años, una guía turística que recibían los pasajeros del Ferrocarril Mitre y en tapa tenía el Obelisco, la Casita de Tucumán y, entre ellos, una locomotora. Es una pieza de colección, que amantes del ferrocarril acercaron a Viva, para llevar en nuestro viaje y poder comparar.

“Hemos procurado prever todos los detalles que pueden hacer más agradable y placentero su viaje en este tren –señala el texto antiguo–, gozando de una temperatura ideal, con un suave fondo musical y reconfortantes bebidas a su disposición.” Había whiskies, vinos y bebidas blancas. Hoy, en nuestro coche comedor, no hay agua mineral, sólo Pepsi y Seven Up.

“Si usted viaja en dormitorio, dispone de un confortable camarote transformable durante las horas del día en una elegante sala de estar. El Pullman le ofrece mullidos asientos reclinables, luces de lectura y mesitas portátiles para beber una copa, que le traerá un bien surtido bar rodante. El restaurante, totalmente alfombrado, con espejos panorámicos y butacas individuales, es otra sorpresa que le teníamos reservada. Cocina internacional con un ‘chef’ de primera categoría, un ‘maitre’ experimentado, mozos cordiales, finísimos vinos a precios equitativos y deliciosos licores, que invita la casa”, tienta el libro antiguo, publicado por la entonces Secretaría de Obras Públicas y Transporte.

Nos toca hoy un menú único: arroz primavera, con arvejas, tomate y jamón; y de plato caliente pollo con papas, más postre casero de chocolate. 85 pesos. A la noche, no queda nada. “Ahh, sí, nos quedaron dos supremas fritas a la provenzal que eran para el personal”, ofrece un mozo. Hay 22 personas que trabajan en el tren, con esmero. Atienden el comedor, limpian los baños, manejan la locomotora y controlan las luces de los vagones.

Miguel Ángel Moreno, coleccionista de películas y documentales ferroviarios, recuerda que el cortometraje Un viaje de ensueño muestra el momento dorado de este ferrocarril, que circuló entre 1969 y 1980: “Se lo presenta allí como un lujoso hotel sobre ruedas, un mensajero de acero entre la Capital Federal y la ciudad de San Miguel de Tucumán, el resultado de una acción sin desmayos de los trabajadores ferroviarios y uno de los mejores trenes del mundo”.

En aquel tren, que salía tres veces a la semana, se subían 1.200 personas. En el de hoy, que sale lunes y viernes, apenas viaja una tercera parte.

“Los argentinos no tenemos razón alguna para envidiar a los grandes trenes europeos, americanos o japoneses. Si nos lo proponemos, podemos tenerlos similares o en grado mejorado”, se esperanzaban por entonces, cuando el tren alcanzaba picos de velocidad de 120 kilómetros por hora, imposible ahora. La guía turística nunca imaginó este presente. Y por eso dejó esta frase: “Sabemos que el clima de confort es contagioso. Es muy probable entonces que el viaje le parezca corto, demasiado corto”.

El paisaje no se ve. En un viaje largo, lo mejor suele estar en las postales del recorrido. Pero hay planchas de acrílico opaco sobre las ventanas que impiden ver hacia afuera con nitidez. No hay explicación para este encierro visual, hasta que el tren enfila hacia la estación Rosario Norte y cascotes empiezan a impactar contra la formación. Se hunde la chapa, se astilla el escudo, las paredes se carean y los chicos se asustan.

Sol, Yasmín y Nazareno cantan Un beso y una flor, de Nino Bravo, con una guitarra que aguarda afinación. Ellas son de Necochea, terminaron el secundario y emprendieron su primer viaje latinoamericano. Pasarán por Bolivia, Perú, Ecuador y llegarán a Venezuela. Y buscarán vender pan relleno y trufas dulces para generar divisas y no agotar las existencias.

“Tiempo nos sobra”, coinciden, con la vida por delante. Sol mira los tonos de la canción en una fotocopia y muestra una leyenda tatuada en su pecho que alienta a seguir, pues reza: “Como aquello que nunca se detiene”.

En el mismo vagón, Mariano Correa rasguea su charango, elaborado con el caparazón de una mulita. “Trabajé en la última temporada como guardavidas en un club de Palermo, estuve cerca de quedar efectivo, pero creo que es momento de viajar lejos, al Norte, no sé bien adónde, pero acá tenés un buen rato para pensar el destino final”, comenta, mientras ensaya ¿Qué ves?, de Divididos.

Mateo y José desafían a los enviados de Viva con una guitarra más rockera, que tienen el logo de La Renga y la cara del Che. Tocamos en conjunto Sólo le pido a Dios, de León Gieco, y La llave, de Abel Pintos. No despertamos aplausos, aunque sí curiosidad. En lo que dura el viaje, se podrían cantar 520 canciones.

En esa pequeña eternidad de 26 horas y 27 minutos, también se podrían jugar 18 partidos de fútbol; o cocinar 40 bizcochuelos; o ir a Nueva York en avión, escuchar un concierto de jazz de Woody Allen, dar una vuelta al trote en el Central Park y volver a Ezeiza, con margen para llegar al Centro en el colectivo 86.

Mirta de Madrid y Gladys Santibáñez conversan y entretienen a dos nenas, que van y vienen por los vagones. “El precio nos decidió a venir en tren, el tema es conseguir los boletos, se forman colas larguísimas, como pasó para estas vacaciones de invierno”, cuenta Gladys.

Impreso en el pasaje, un renglón advierte sobre “posibles demoras por mejoramiento de vías”. Pero, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo en España, donde se devuelve dinero cuando los trenes se atrasan, aquí se aclara que “no se devolverá el importe del pasaje adquirido en caso de que opere la cancelación de un servicio o se registre un atraso mayor a las dos horas cuando las causas no fueran atribuibles a la empresa”.

La “empresa” es el Estado. Se llama aquí Operadora Ferroviaria Trenes Argentinos y se reserva el derecho de admisión de “personas en estado de ebriedad o bajo influencia de drogas o estupefacientes; y personas que transporten armas o sustancias inflamables”. Carteles caseros advierten también que está prohibido “cargar el celular” y desplegar “juegos de azar” en el coche comedor, limitación que no corre en los vagones, donde una pareja juegan su décimo chinchón.

“¡Qué viaje cansador!”, comentan dos señoras en uno de los baños, que pese a los esfuerzos del que los limpia, van oliendo peor y peor. Suena un teléfono y la mamá atiende risueña a su hijo: “Pará de cargarme, Ezequiel, te digo en serio que llego mañana, son más de 20 horas, esto no es una escapada a Mar del Plata”.

Caminar a la medianoche entre la locomotora y los furgones es no encontrar dos vagones con la misma temperatura. Algunos pasajeros andan en remera, otros se tapan con frazadas, solo unos pocos se concentran en leer, bajo un débil haz de luz.

El delantero centro fue asesinado al atardecer, novela negra del español Manuel Vázquez Montalbán, va dejando capítulos en Gálvez, Rafaela, Ceres, Pinto y Colonia Dora.

Ya rozamos tres provincias, Buenos Aires, Santa Fe y Santiago del Estero. La noche es eterna, pero mejora en La Banda, con la línea naranja en el horizonte que anuncia el amanecer y los pintorescos voceos de los vendedores: “Rosquete”, “empanadilla”, “tortilla”, “quesillos”.

La familia Silva, papá Mario, mamá Gabriela y los niños Tobías y Matías, se despabila con mate. Llegarán a la estación y seguirán a Catamarca, a cuidar a la abuela. Los mozos de adelante están cancheros en calentar biberones.

Despertar en el tren a Tucumán es presentir que el viaje anotará una experiencia inolvidable.
Hay señal en el teléfono, entran por Twitter las noticias del diario La Gaceta. Una se titula: “Un tren japonés que levita alcanza los 589 kilómetros por hora”.

El nuestro es el único sobreviviente de los trenes imparables en el pasado, como, además del “Expreso”, el “Estrella del Norte”, el “Mixto”, el “Panamericano”, “El Cinta de Plata”, “El Norteño” y “El Tucumano”.

Por tramos, al costado de la vía, se ven durmientes de hormigón prontos a ser colocados, en especial entre Retiro y Rosario. Cuando los coloquen, el Tren Tortuga será un ágil Caracol.
Llegamos por fin a Tucumán. Ha pasado el tiempo en el que un atleta podría transpirar 12 maratones, o hasta cuatro un corredor amateur.

Desembarcamos en la ciudad donde esta semana se festeja el 199 aniversario de la Independencia. En un país que organiza sus políticas mirando de reojo el Sistema Métrico Decimal, quizá se haya iniciado, con el Bicentenario a la vista, la cuenta regresiva para arreglar el tren.

Tal vez traigan vagones chinos, porque los talleres tucumanos de Tafí Viejo, que iban a reavivar la industria ferroviaria nacional, no tienen el nivel de actividad necesaria para fabricarlos. Eso va lento.Clarín.com