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4 de marzo de 2024

Finalmente, hasta el momento no vamos en tren

Actualidad

Hace muchos años que, de tanto en tanto, se levanta alguna voz que habla de la necesidad de recuperar los trenes de pasajeros.

Por supuesto que las buenas intenciones no son suficientes para lograr el cometido, pero al menos el tema persiste.

Los ferrocarriles fueron determinantes en el transporte de pasajeros y cargas por años, pero cuando la década del 90 comenzaba, las cosas cambiaron.

Carlos Menem presidía el país y se anunciaba el nacimiento de una época de privatizaciones de empresas estatales que, vale destacar, muchos de los que ahora las critican en su momento las apoyaron, pero esto es otra historia.

Tren de los Pueblos Libre y Tren de pasajeros Basavilbaso - Concordia en estación General Campos (Provincia de Entre Ríos)

La privatización ferroviaria en Argentina fue un proceso comenzado en 1990 durante la presidencia de Carlos Menem, tras la aprobación de la Ley de Reforma del Estado que autorizaba al Ejecutivo a privatizar y disolver entes estatales.

El 10 de marzo de 1993 se canceló la totalidad de los servicios interurbanos y larga distancia que todavía prestaba Ferrocarriles Argentinos.

El 1995, año en el cual se sustituyó el régimen de participación exclusiva del Estado en los ferrocarriles, a fin de permitir la participación privada en el sector mediante el otorgamiento de concesiones, prácticamente se canceló el servicio de traslado de pasajeros.

Esto que exponemos es nada más que una más que sucinta exposición de lo sucedido.

Con la privatización de los ferrocarriles muchas cosas cambiaron, incluso hubo pueblos que perdieron el principal ingreso y el alma del movimiento diario.

En principio, mencionar la necesidad de lograr el regreso de los ferrocarriles era mal calificado, sosteniéndose que quienes lo decían lo hacían por simples cuestiones políticas. Pero pasó el tiempo y los propios peronistas, partido al que perteneció Carlos Menem, comenzaron a impulsar la idea de volver a contar con los trenes.

En la provincia de Entre Ríos, durante el gobierno de Sergio Urribarri la idea sonó con mayor fuerza, al punto que bueno es recordar que en los últimos días de febrero de 2010, el gobernador llegó en tren a Chajarí, y prometió: “El ferrocarril va a crecer día a día con la cooperación de todos”.

Dijo también que “en el primer semestre (del año 2010) se establecerá el servicio regular; esto va a salir o salir”.

Convengamos que se están cumpliendo 14 años de aquella promesa, pero el servicio continuo de trenes de pasajeros no aparece.

Por otra parte, y lo notamos a esto, el estado de las vías está lejos de ser el óptimo, por lo que se necesitaría una inversión importante en este sentido. También habría que invertir en muchas otras cuestiones Ahora circulan trenes de carga, pero de pasajeros no se habla.

Como apuntábamos, los ferrocarriles fueron determinantes en el desarrollo del país, entre otros motivos porque facilitaron la incorporación de nuevas tierras para la actividad agrícola y ganadera al dinamizar los traslados y la comunicación.

La presencia del ferrocarril, además, fue decisiva en el movimiento físico de la población, tanto por la migración externa como por las crecientes migraciones internas, muchas veces vinculadas con las tareas agrícolas estacionales.

Asimismo, la aparición y expansión de este medio de transporte dio lugar al nacimiento de nuevos pueblos y ciudades.

Hay que apuntar también que el ferrocarril es más económico para transportar carga y pasajeros, pero claro está que, como indicábamos, habría que invertir en vías, locomotoras, vagones, etc., para agilizar y asegurar ese sistema de transporte.

Algo de historia

En la provincia de Entre Ríos, desde fines del siglo XIX existían servicios ferroviarios, pero el sistema tomó mayor importancia con la llegada del Ferrocarril de Entre Ríos (FCER), que perteneció a una compañía de capitales británicos que operó y construyó en parte a partir de 1892 una red ferroviaria.

En 1948 el Ferrocarril de Entre Ríos fue estatizado pasando a integrar desde el 1 de marzo de 1949 parte del Ferrocarril General Urquiza.

Este ferrocarril funcionó en manos del Estado hasta la privatización que, como indicáramos, se produjo durante el gobierno de Carlos Menem. A partir de ese momento el retroceso fue continuo llegando a lo que hoy es.

Cuando el gobernador Urribarri realizó hace 14 años los anuncios que recordamos, mucha gente aplaudió con convencimiento, aunque también se planteaban las dudas respecto a que sin dinero nada se podría hacer. Lamentablemente, no se hizo.

Aquella visita del gobernador a Chajarí, que ahora citamos, quedó para el recuerdo como una promesa más de las tantas que el pueblo escucha desde siempre en nuestro país.

Las decisiones políticas son primordiales en estos temas, pero las buenas intenciones no son suficientes para lograr el cometido. Se necesita además el dinero. ¿Hay fondos para que vuelvan los trenes? Esa es la pregunta que hay que responder.ChajeríalDíaDigital.com

1 de febrero de 2024

Gobierno planea una conexión clave con casi 1.200 km de vías

Actualidad

La idea es habilitar una línea que una Vaca Muerta con Jáchal, para la distribución de gas.

Marcelo Orrego se reunió con el titular de la empresa Ferrocarriles Argentinos para impulsar una conexión ferroviaria entre Jáchal y Vaca Muerta. El proyecto permitiría completar 1.192 km haciendo vías nuevas o mejorando algunos tramos, en una unión que definieron como estratégica. Es que permitiría unir la provincia con el yacimiento de gas y petróleo más grande del país y trasladar el primero a la provincia. Se trata de una iniciativa que se encuentra en una etapa inicial, pero que se conoce como Ferrocarril San Martín-Meridiano 68. La misma, además, tiene una segunda etapa que significaría continuar con obras hasta conectar la provincia con Jujuy con vías y trenes de carga

La reunión del primer mandatario sanjuanino con Pablo Martorelli fue a principios de enero, en uno de los viajes a Buenos Aires que hizo Orrego. Ahí discutieron las ventajas que tendría retomar el proyecto. El mandatario le dijo ahora a DIARIO DE CUYO que el "compromiso es trabajar y hacer todo el esfuerzo posible para que estas iniciativas sirvan a las economías regionales". Agregó que "el impacto será sumamente beneficioso para San Juan". Entre estos efectos, el Gobernador destacó que, al ser Vaca Muerta una reserva de gas importante, "es vital la estrategia para distribuirlo". Esto fue el principal impulso para las discusiones con el funcionario nacional.

Si bien, según aclaró el Gobernador, se trata de un proyecto que está en borrador, existen estudios sobre cuáles serían los desafíos y posibilidades que tiene el plan. En 2021, Orrego presentó un proyecto en el que impulsaba estas obras (ver recuadro). En el mismo, detallaron el estado del ramal, ya que antes de la década del '90, el Ferrocarril San Martín tenía recorrido de Norte a Sur en Argentina. Por lo que se trataría de una serie de obras para ampliar, reconstruir y mejorar la infraestructura que existía.

La línea que impulsa ahora el gobierno de San Juan empieza en Jáchal y llegaría a la localidad Neuquina de Añelo, que es uno de los puntos más cercanos a los yacimientos petrolíferos de Vaca Muerta. Uno de los tramos que demandará más trabajo es la conexión entre el Norte y Caucete. Este tramo, según el informe, se encuentra "abandonado, depredado, faltan puentes y numerosos tramos de vía". Para este sector la recomendación era reconstruirlo y además hacerlo con un formato distinto.

Es que la línea original era lo que se denomina de trocha angosta, por lo que podían circular trenes y vagones de menor tamaño. Para que la obra pueda empalmarse sin necesidad de un transbordo de cargas, la construcción debería ser con una línea de trocha ancha y "alta capacidad portante", por lo tanto, que pueda trasladar mayor carga. Estas obras deberían ser hasta la estación que está cerca de Villa del Salvador, en Albardón, que tiene conexión con Caucete. Desde este departamento sanjuanino, existe infraestructura hasta Lencinas, en Mendoza. Las restantes obras necesarias serían mejoras y la construcción de nuevos tramos desde la última estación mendocina hasta Añelo.

Si bien, tal como dijeron las autoridades sanjuaninas, hoy la prioridad es tener el Norte provincial conectado con Vaca Muerta, el proyecto cuenta también con una segunda fase propuesta. Se trata de la reconstrucción y creación de nuevos ramales para que desde San Juan se pueda llegar en tren hasta Jujuy.

El antecedente legislativo del proyecto

En el año 2021, cuando era diputado, Marcelo Orrego impulsó un proyecto de ley para declarar de interés nacional la construcción de la línea Ferrocarril San Martín-Meridiano 68. Ya en ese momento pedía la puesta en valor de esta iniciativa para poder conectar la provincia con Vaca Muerta. Además, solicitaba iniciar estudios para armar un proyecto para definir las obras necesarias, la factibilidad y opciones de financiación. Este proyecto también se refería a la necesidad de trasladar materias primas desde distintas economías regionales, incluida la de San Juan, hacia el yacimiento de gas y petróleo, además de gas hacia la provincia. Entre estos recursos, se refería a áridos, de uso intensivo en los hidrocarburos. También hacía referencia a la posibilidad de una conexión turística que permitiría el viaje de pasajeros entre las provincias junto a la cordillera de los Andes.DiariodeCuyo.com

11 de enero de 2024

El gobierno provincial busca que el tren de carga que pasa por San Juan extienda su recorrido hasta Vaca Muerta

Actualidad

El gobernador de la Provincia de San Juan, Marcelo Orrego, se reunió recientemente con el presidente de Ferrocarriles Argentinos,  con el objetivo de discutir y avanzar en la expansión del recorrido del tren de cargas en la provincia. La idea principal es extender la línea ferroviaria San Martín hasta la localidad estratégica de Vaca Muerta, conectándola con el departamento de Jáchal.

En declaraciones a los medios, Orrego expresó su entusiasmo por el proyecto y sus posibles beneficios para la provincia. "Me reuní con el presidente de Ferrocarriles Argentinos para comenzar a dialogar sobre el futuro de los sanjuaninos y el proyecto de la Línea San Martín, que se extiende desde Jáchal hasta Vaca Muerta. Todos somos conscientes de la importancia de Vaca Muerta; es una reserva de gas y es crucial tener la posibilidad de distribuirlo. Contando con inversiones extranjeras, buscamos unir localidades para transportar insumos minerales, agrícolas, industriales e incluso turísticos".

La iniciativa no solo busca fortalecer el transporte de recursos fundamentales para la industria, sino también fomentar el desarrollo económico y la conexión entre diferentes localidades de la provincia. La potencial expansión del tren de cargas representa una oportunidad para facilitar el movimiento de mercancías esenciales, aprovechando la importancia estratégica de Vaca Muerta.

Orrego destacó la necesidad de contar con infraestructuras de transporte eficientes que faciliten el desarrollo económico y la atracción de inversiones extranjeras. La conexión ferroviaria propuesta no solo beneficiaría a la industria, sino que también abriría nuevas oportunidades para el sector turístico y fortalecería los lazos entre las provincias argentinas.Zonda.com

3 de enero de 2024

Línea Urquiza: Cumplió 30 años en manos de la empresa concesionaria Metrovías S.A.

Actualidad

Tras su concesión en enero de 1994, el Tren Urquiza se mantiene como el único administrado por un privado en el Oeste. Cómo evolucionó la línea en estos años.

Un 1 de enero, pero de 1994, la empresa concesionaria Metrovías Sociedad Anónima (SA) comenzó a operar la Línea Urquiza y hoy en día se mantiene como la única concesionaria privada del Oeste en materia ferroviaria, ya que el resto de las líneas regionales (Sarmiento, San Martín y Belgrano Sur) son íntegramente estatales.

En sus primeros años, existió la iniciativa de conectarlo con el Subte B a través de un servicio que ingresara por el túnel ubicado en la estación Federico Lacroze y corriera hasta Leandro N. Alem, en tanto que también haya otro inverso que finalice en Coronel Francisco Lynch. Sin embargo, esto nunca se concretó pese a que las pruebas que hizo la compañía fueron satisfactorias.

A partir de entonces, los coches del Urquiza se mantuvieron prácticamente iguales en cuanto a su imagen salvo por una modificación en su aspecto cromático que comenzó en agosto de 2009, cuando salió a las vías la primera formación con los colores institucionales de la firma. Estos son el amarillo y el gris con franjas rojas y blancas en las puntas.

Previamente, las unidades tenían el esquema de pintura original de fábrica de Ferrocarriles Argentinos, llamado "Colibrí": la parte superior en amarillo con vidrios y puertas incluidos y la mitad inferior en rojo, con una delgada línea divisoria en azul oscuro, techo gris y frentes negros y amarillos.

Por su parte, el material rodante tampoco se modificó ya que aún continúan en funcionamiento los Toshiba-Mitsubishi que llegaron al país a comienzos de la década de 1970, lo que significa que ya alcanzaron los 50 años de operación. Algunas obras referidas a la infraestructura sí se materializaron, como por ejemplo la instalación de un sistema de localización vehicular y el mejoramiento del suministro de electricidad. La propia Metrovías, cuya concesión venció en 2017 y continúa prorrogándose hasta ahora, informó que actualmente la línea traslada a más de 17 millones de pasajeros al año procedentes de los partidos de Tres de Febrero, Hurlingham y San Miguel hacia la Capital Federal y viceversa.Fuente: VivíelOeste.com

19 de octubre de 2023

El tren, eje central del desarrollo de la Argentina

Nota de Opinión

Por: Matía Lammens (para Ámbito.com)

Milei promete privatizar Ferrocarriles Argentinos, una empresa estatal fundamental para el desarrollo territorial equilibrado de nuestro país. Y esa promesa revela dos cosas.

Javier Milei: "Cuando teníamos el mejor sistema ferroviario del mundo era inglés. No podemos seguir con estos niveles de déficit, y la realidad es que es un oxímoron tener un Estado empresario, porque no cumple su rol de empresario. Debería correrse el Estado del medio, porque la realidad es que cuando lo hace el privado lo hace mucho mejor".

Milei promete privatizar Ferrocarriles Argentinos, una empresa estatal fundamental para el desarrollo territorial equilibrado de nuestro país. Y esa promesa revela dos cosas. Por un lado, una maliciosa omisión de la historia reciente y el impacto negativo de las privatizaciones de nuestro sistema ferroviario sobre miles de pueblos y economías regionales. Y por el otro, una profunda ignorancia de lo que se observa en el resto del mundo, donde es el Estado el principal dinamizador, articulador y coordinador del sistema de transporte.

Si analizamos a las principales empresas de ferrocarriles del mundo podemos observar que tanto Amtrak (EE.UU), como Renfe (España), TrenItalia (Italia), DB (Alemania) o China Railways (China) son empresas bajo control del Estado. Todas ellas empresas exitosas, con un rol estratégico en el desarrollo de la conectividad local e internacional, tanto para el transporte de pasajeros como para el transporte de carga.

Son, además, empresas dedicadas al diseño, a la ejecución y operación del servicio tanto en sus territorios nacionales como en otros países. Sólo por citar algunas referencias, en España, Renfe tiene una red de 4000 km y China Railways, 38000 km, y ambos poseen los dos sistemas de alta velocidad más amplios y desarrollados del mundo, volviendo más eficiente y más sustentables sus respectivos sistemas de transporte, y aportando incrementos fundamentales de productividad a sus economías.

Contrario a lo que plantea Milei, que habla del sector privado sin haber administrado nunca una empresa, los Estados no se retiran, sino que apuestan por este medio de transporte, financiando ambiciosos programas de expansión y exportando su know how a otras economías del mundo. Descarbonizar la movilidad, reducir costos logísticos y acortar tiempos de desplazamiento, son bienes públicos que sólo pueden ser garantizados por el Estado.

El modelo de concesiones ferroviarias de los años 90, presentado como un ejemplo por el candidato de la Libertad Avanza, supuso una reducción de la red operativa, afectando principalmente al segmento de larga distancia y la conectividad del interior del país. Incluso en términos operativos, un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo da cuenta de que los ramales que continuaron bajo explotación privada presentan peor performance operativa que los ramales metropolitanos estatales.

Para el turismo, además, el tren está llamado a ocupar un lugar central en la profundización de su expansión. Hay una oportunidad enorme y una complementariedad evidente entre el ferrocarril y el desarrollo turístico del país. Al mismo tiempo que seguimos optimizando el transporte aéreo, cuidando y mejorando Aerolíneas Argentinas e invitando a otras compañías a seguir creciendo como ha ocurrido con Flybondi y JetSmart estos 4 años, mejorar y expandir la conectividad local ferroviaria es condición necesaria para potenciar el turismo doméstico y federalizar al turismo internacional receptivo, con nuevos destinos, nuevos productos y nuevas experiencias.

Ni destruir, ni rematar, son soluciones a ninguno de los problemas que evidentemente tenemos. De lo que se trata es de construir sobre lo construído. De aprender de nuestra historia, de nuestros aciertos y de nuestros errores, para innovar, con iniciativa y audacia, ofreciendo respuestas creativas a problemas complejos. Argentina está repleta de oportunidades en un mundo que va a demandar todo lo que producimos. En ese horizonte, el turismo necesita ser potenciado. 

Así lo pensamos con Sergio Massa cuando nos comprometimos a garantizar la continuidad de Previaje, una política que salvó miles de empresas y puestos de trabajo, pero que ahora redefine sus objetivos para desestacionalizar la actividad, formalizar el empleo y darle previsibilidad al sector privado para que pueda invertir. Potenciar y expandir el tren forma parte de esa planificación. Y no, no es un reflejo nostálgico de una época dorada; es una decisión plenamente racional, orientada a insertarnos en mercados cada vez más competitivos y exigentes que requieren de un Estado. Presente, obvio, pero también eficiente, innovador, creativo y complementario con el esfuerzo privado. Hacia allá vamos. Porque hacia allá nos pide nuestra sociedad que vayamos.

29 de septiembre de 2023

Reparación Histórica de los Ferrocarriles Argentinos: Una Política de Estado que apuntala a la bioeconomía como motor de desarrollo de la Nación. Hacia un plan M.E.S.S.I. (Última parte)

Nota de Opinión

Por: Claudio A. Molina (Contador Público - UNLZ-, Analista de Bioenergías y Ferrocarriles) y Fernando Vilella (Ingeniero Agrónomo -UBA-, Profesor Titular Cátedra de Agronegocio y Director del Programa de Bioeconomía, FAUBA) (para Crónica Ferroviaria)

La Reparación Histórica de los Ferrocarriles Argentinos -o como se decida denominar finalmente a una iniciativa legislativa en la materia-, debe constituirse en una Política de Estado. El ejemplo que nos deja el marco regulatorio de los biocombustibles en Argentina

En línea con lo que se ha expresado hasta aquí, se torna imprescindible que, a corto plazo, el Congreso de la Nación trate una iniciativa legislativa de este tipo, que podría ser presentada para su tratamiento por el Poder Ejecutivo, o bien, por uno o más legisladores nacionales, descartándose una iniciativa directa de ciudadanos, por los tiempos y riesgos que llevaría.

Para que se trate de una Política de Estado, la citada iniciativa debe cumplir con algunos requisitos, a saber:

a) Ocuparse de un tema trascendente para el país en su conjunto, que tenga licencia social y que requiera ser instrumentado por ley nacional. Sin dudas, el desarrollo ferroviario a largo plazo, cumple sobradamente con este requisito.

b) Administrar con ecuanimidad situaciones conflictivas -como se pueden generar cuando existen conflictos de intereses entre Nación y provincias, por ejemplo-, enmarcándose siempre en los dictados de la Constitución Nacional. La actividad ferroviaria en Argentina, tiene ciento sesenta y seis años de existencia, por lo cual, es una actividad madura, que ha superado situaciones jurídicas complejas. Esta actividad, ahora, debe ser fortalecida por una ley de este tipo.

c) Tener vigencia por un largo plazo. En el caso que nos trata, se requiere una ley a cuarenta años. La destrucción de nuestros ferrocarriles se concretó a lo largo de varias décadas, por lo que un proceso de recuperación sostenible de ellos, requiere muchos años de esfuerzos continuos destinados a ese objetivo. 

Además, la recuperación de la carga ferroviaria debe alcanzar una participación cercana al 40 %, que solo se puede concretar a largo plazo, vía la obtención de un incremento anual superior al promedio del crecimiento de los otros modos de transporte, pero sin perjudicar a éstos, a medida también que vaya creciendo la generación de cargas del país, en un contexto de crecimiento económico sumamente necesario.

d) Presentar una propuesta sostenible desde el punto de vista técnico, económico y ambiental. Una significativa recuperación de la actividad ferroviaria en nuestro país, por todo lo expresado en este trabajo, es compatible con esa exigencia.

e) Contar con una fuente permanente de financiamiento. En este sentido, como se expresó antes, la Constitución Nacional en el artículo 75 punto 18, “Cláusula del Progreso”, ordena al Congreso de la Nación que procure la construcción de ferrocarriles -quien construye, mantiene-. De esta manera, existe el fundamento jurídico más adecuado, para sostener un programa de este tipo en el muy largo plazo.

f) Ser acompañado por el voto afirmativo de un número muy importante de legisladores, hecho que se lo puede vincular en cierta medida, al acuerdo social. Es por ello que la presentación al Congreso de un proyecto de ley de este tipo, debe alejarse de interés electoralista y de corto plazo alguno, privilegiando por el contrario, la obtención de amplias mayorías, integradas por la mayor cantidad posible de espacios políticos existentes en el Parlamento Nacional. 

Al respecto, se puede tomar como un leading case, la sanción del proyecto de ley de biocombustibles en el año 2006 -a la postre, Ley 26.093-, que tenía una vigencia de quince años y había sido firmado por su principal impulsor, Senador Nacional Luis A. Falcó -q.e.p.d., UCR, Río Negro-, y otros cuarenta y nueve senadores nacionales integrantes de todas las provincias y signos partidarios, y respaldado luego por el entonces Presidente de la Nación Néstor Kirchner, su Ministro de Planificación Federal Julio De Vido y su Secretario de Agricultura Javier De Urquiza. 

El Poder Ejecutivo reglamentó esta ley en 2007, y el programa asociado a la misma se aplicó hasta su vencimiento en 2021 -más allá de una serie de problemas que fueron surgiendo, que exceden a esta columna-, época en que se sancionó una nueva ley, la 27.640 en su reemplazo. Por el contrario, una ley que obtenga muy poco apoyo en términos relativos, al momento de su sanción, corre mucho más riesgo de volverse abstracta en un futuro, o ser revertida con una nueva ley que cambie absolutamente todo, o bien, ser vetada por el Poder Ejecutivo en parte o totalmente, o bien, no reglamentada o reglamentada muy parcialmente, para limitar su operatividad.

Texto sugerido para un proyecto de Ley de Reparación Histórica de Ferrocarriles Argentinos que se presente ante el Congreso de la Nación

Hemos propuesto ante la opinión pública -en distintos medios de prensa-, adelantándonos a los tiempos que vendrán, la necesidad de impulsar una iniciativa de este tipo en febrero de 2022 -o sea, hace más de un año y medio-, y continuamos desde ese momento insistiendo y sumando elementos de juicio, para que la misma sea conocida en una gran cantidad de ámbitos académicos y de formación de opinión.

Valoramos especialmente la receptividad que esta sugerencia tuvo en los grandes decisores de la política ferroviaria nacional -tanto FASE como el Ministerio de Transporte de la Nación-, en varias provincias, en muchos legisladores, y entre los sindicatos que nuclean la actividad, particularmente en La Fraternidad, entidad sindical que se sumó con una importantísima campaña institucional iniciada el 1 de marzo de este año, que representa un importante respaldo a esta iniciativa. La Unión Ferroviaria ha destacado también con mucho énfasis, la necesidad de implementar una política de este tipo. 

Sin dudas, nuestra propuesta terminó convirtiéndose en un gran disparador para el armado de un anteproyecto de ley por parte del Gobierno Nacional. Lamentamos que el camino elegido por el mismo con posterioridad -incluyendo a los redactores oficiales del texto respectivo-, diste mucho en cuanto al contenido y alcance respectivo, de lo que sugerimos, incluso -y esto no es menor- respecto a lo inoportuno de la época en que el mismo se estará presentando al Congreso de la Nación, para que tome estado legislativo.

Es importante destacar que la situación macroeconómica del país es muy mala. Desde el punto de vista microeconómico, la riqueza que generamos por km2 de territorio es muy baja en términos relativos, por ende, la densidad de carga que se registra para la dimensión histórica de nuestros ferrocarriles, también es muy baja y es este un factor que tiende a complicar la operatoria correspondiente. 

Argentina debe cambiar la lógica actual de la inversión pública, tomando en cuenta las exigencias existentes en materia de huella de carbono que irán creciendo por imposición de la gobernanza mundial, como así también, en materia de reducción de los daños a la salud pública. 

En el futuro la inversión pública en infraestructura debe seguir siendo importante en términos relativos sobre el presupuesto consolidado nación – provincias – municipios.

El texto de una iniciativa como la que nos trata, debe ser objeto de un profundo y constructivo debate en el ámbito parlamentario; no debe agotarse en la constitución de un fondo para inversiones, y al mismo tiempo, debe ser lo suficientemente abarcativo, abordando una serie de cuestiones muy importantes para el desarrollo futuro de nuestros ferrocarriles.

Cualquier iniciativa legislativa que se presente sin contemplar una cobertura temática similar a la que aquí se propone, movilizada por fines electorales y por ende de corto plazo - para aprovechar mayorías parlamentarias ocasionales y soslayando a priori, la importancia de la concreción de un rico debate parlamentario del que surja un acuerdo trascendente -, probablemente deba ser revisada estructuralmente en un futuro, perdiéndose así un precioso tiempo en el desarrollo pretendido. 

Entre otras cuestiones, ese texto debería ser muy claro, evitando lagunas que lleven a interpretaciones posteriores que terminen desnaturalizando los nobles objetivos perseguidos. Es necesario lograr un equilibrio entre lo que se legisla y la flexibilidad necesaria para una eficiente gestión. 

En particular, dicho texto debería:

*) Reorganizar la actividad ferroviaria, modificando las Leyes 26.352 y 27.132, tal cual lo expusimos antes -entre otras cuestiones, con la fusión por absorción de OFSE, ADIFSE y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario (DECAHF) en cabeza de FASE-, dotando a ésta última de todas las herramientas necesarias para asumir toda la responsabilidad asociada al cumplimiento de la presente ley de “Reparación Histórica” y otras normas que le generen derechos y obligaciones.

*) Designar a la Subsecretaría de Transporte Ferroviario, dentro del Ministerio de Transporte de la Nación -o el organismo nacional que asuma sus funciones en el futuro- como Autoridad de Aplicación del presente régimen.

*) Contemplar en el desarrollo del plan respectivo, los requerimientos que, en materia de transición ambiental y energética, existen, en el marco del nuevo paradigma en que se halla inmerso el mundo. 

Lo establecido en el punto anterior y en éste, constituyen postulados básicos.

*) Implementar un plan de cuarenta años, por ejemplo, afectando fondos por una suma consolidada Nación – Provincias – CABA del orden del 1% del PBI (que podría tener objetivos crecientes en los primeros cinco años, para llegar a ese nivel). Ello requerirá ajustar la normativa vigente para que pueda realizarse un ajuste de partidas presupuestadas ex post, una vez conocidas la cifra real del PBI, los ingresos tributarios respectivos, y ejecutadas la totalidad de las partidas correspondientes a ese período -esta cuestión debe ser incluida formalmente-.

*) Declarar integralmente al servicio ferroviario como un servicio público, para favorecer el acceso universal y ecuánime, tanto a las cargas como a los pasajeros. Es insostenible la situación que se registra en muchos casos, donde una gran cantidad de agentes económicos ven como el tren pasa por sus localidades, pero no se puede acceder al servicio. Cuando en el medio está la producción de la “Argentina Profunda”, este problema genera mucha impotencia. Debe tratarse también la convivencia futura de esta figura con la del “Open Access”, para evitar la aparición de conflictos de intereses que anulen las ventajas relativas del ferrocarril.

*) Otorgar subsidios estatales en caso que las circunstancias lo justifiquen y en base a análisis rigurosos, solo por el lado de la demanda. La tarifa a fijar debe ser razonable, acorde a los costos totales, pudiéndose computar las externalidades positivas del ferrocarril. 

*) Promover la construcción de una infraestructura moderna con conexiones eficientes tanto en el plano local como en el internacional, procurando en la medida de lo posible que las vías troncales soporten 30 toneladas por eje para minimizar así los costos operativos y permitir un tiempo de tránsito acorde a las exigencias actuales y futuras del transporte. En particular, el desarrollo territorial de la Patagonia y del resto de las regiones extra pampeanas más alejadas, como las interconexiones internacionales más importantes, deben ser potenciados en esta nueva etapa del ferrocarril, potenciando distintas iniciativas que se llevaron adelante en el pasado, como la de las leyes 23.253 y 24.364, o la firma de acuerdos internacionales por parte del Estado nacional para la construcción de una línea troncal trans-patagónica en 2013, entre ejemplo. En todo momento se debe impulsar la diversificación de las inversiones a ser realizadas, evitando que en la práctica se destinen altos porcentajes de los fondos al AMBA y esto debe queda expresado en el texto de ley que nos trata, para evitar que por vía reglamentaria, se proceda de otra manera (28).

(28) Algo que ocurre habitualmente porque la política partidaria de turno, privilegia el corto plazo y justamente en el AMBA, existe la mayor concentración de votantes del país.

*) Adquirir un adecuado material rodante en calidad y cantidad, para poder cumplir con los objetivos planteados de participación ferroviaria a largo plazo, tanto en el transporte de cargas como de pasajeros.

*) Armonizar la estructura ferroviaria con la del transporte automotor de cargas –de manera principal- y la del transporte fluvial y marítimo, tomando siempre en cuenta las limitaciones que presenta el primero para hacerse cargo del tráfico de carga cuando las distancias son menores a 300/350 kilómetros –dado la incidencia relativa de los trasbordos intermodales y otras limitaciones que lo convierten en antieconómico, salvo excepciones-. 

En particular, el transporte automotor de cargas debe ser integrado a esta política, otorgándosele una promoción con importantes beneficios para que pueda realizar todas las inversiones que requiere, de manera de reconvertirse, ser sostenible y complementar a la red ferroviaria con el “puerta a puerta”, entre otros beneficios, maximizando así las ventajas del transporte inter y multimodal -que debe tomar relevancia en la nueva etapa ferroviaria-, en términos técnicos, económicos, ambientales y sociales. 

La construcción de una buena cantidad de eficientes nodos logísticos, el uso de piggy back, contenedores apilados (cuyo tránsito debe ser previsto en la medida de las posibilidades por la infraestructura de vías a reconstruir o construir desde cero o reparar, contemplando el gálibo necesario para esa operación), la incorporación de facilidades logísticas en las estaciones para hacer fluida la carga y descarga de mercancías, etc., deben formar parte del plan que nos trata.

*) Desarrollar una promoción para procurar la instalación de una eficiente industria ferroviaria nacional, sostenida en la innovación tecnológica, que minimice paulatinamente los requerimientos de importaciones de este plan, tanto en infraestructura como en material rodante, sometida al mismo tiempo a rigurosos programas de control de calidad. Un pilar fundamental en esta materia es la provisión por parte de la misma, de los rieles necesarios para llevar adelante este plan, proceso que requerirá de fuertes inversiones, en atención a que nuestro país perdió esa capacidad hace varias décadas.

*) Evitar privilegiar obras de infraestructura en determinadas líneas o corredores, en detrimentos de otros, hecho que podría darse en el caso que los decisores procuren perjudicar a adversarios políticos, que tengan fuerte participación en el management de las líneas o corredores perjudicados. De alguna manera, esta problemática -por su magnitud- debe ser referida en el texto de la ley respectiva, aunque no encuadre perfectamente en las técnicas legislativas habituales.

*) Crear un consejo consultivo integrado por distintas áreas del Estado Nacional, las provincias, CABA, FASE, Belgrano Cargas & Logística, CENADIF, universidades, representantes de los trabajadores, ONG’s especializadas, expertos interdisciplinarios independientes en la materia, etc., para dictaminar con carácter no vinculante sobre las prioridades en el plan de obras a llevar adelante, material rodante a adquirir, etc., procurando que las decisiones que asignen fondos de reparación histórica, deriven de evaluaciones rigurosas y no de intereses políticos de corto plazo. 

En particular, velar para que no se produzcan situaciones como las previstas en el punto anterior. Ese consejo consultivo debe contar con una presidencia rotativa anual por parte de alguno de sus miembros, integrantes directa o indirectamente, del sector público, debiendo dictarse su propio reglamento.

*) Crear condiciones de trabajo confortables para todo el personal ferroviario, de manera que pueda ejercer adecuadamente sus responsabilidades, en un marco de máximo bienestar posible, de acuerdo a la legislación vigente en la materia.

*) Lograr un transporte ferroviario seguro en todo sentido (particularmente revirtiendo los problemas que se registran al paso de las formaciones por zonas intrusadas, o por muchos pasos a nivel, cuestiones que ponen en riesgo vidas humanas, etc.).

*) Establecer auditorías internas y externas permanentes para un correcto ejercicio de la respectiva función de contralor, independientes de la política partidaria, y que aseguren la máxima transparencia en las operaciones, tanto de los servicios públicos a cargo de empresas del Estado, como de los particulares. Esta exigencia debe compatibilizarse con las exigencias establecidas por la normativa vigente en la materia.

*) Facilitar el desarrollo de iniciativas público – privado, porque el Estado no está en condiciones de soportar todos los requerimientos de inversión, estableciendo un adecuado horizonte de planeamiento y reglas de juego claras, sostenibles en el largo plazo. Entre ellos, implementar el Open Access con máxima transparencia y operatividad, cumpliendo algunas condiciones antes descritas.

*) Revisar toda la legislación ferroviaria –leyes, decretos, resoluciones, disposiciones, reglamentos y otras normas-, rectificando lo que corresponda para que sea funcional a este proceso de reparación histórica, defendiendo los nobles intereses de la Patria, entre ellos, los aspectos vinculados al desarrollo territorial, cuestión social y sostenibilidad del ambiente en un marco de elevadísimo nivel de institucionalidad.

*) Procurar una administración eficiente de los ferrocarriles argentinos, estableciendo las bases jurídicas y procedimentales para llevar a cabo una reestructuración de la actividad como la propuesta antes. 

En la práctica, a través de esta iniciativa se debe revertir la pérdida de participación de nuestros ferrocarriles con relación al total de cargas transportadas, para alcanzar un 40% en cuarenta años (proyectándose que al final de ese período, las cargas actuales de todos los modos de transporte en Argentina, se habrán multiplicado por 3,8 si el crecimiento promedio anual de la economía nacional es de un 4%), sosteniendo con ello también, un fundamental proceso de transición energética (funcional a los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU), del cual aquéllos deben ser una pieza clave en Argentina. 

La bioeconomía en general y la actividad agrícola del interior profundo de nuestro país, son una de las que más soporta las deficiencias del transporte ferroviario en el país-. Pero otras actividades muy importantes para el país, como la minería, necesitan un ferrocarril eficiente para su desarrollo.

El financiamiento de una iniciativa legislativa como la antes expuesta, debe provenir de:

*) Aportes de la Nación y de las Provincias –incluida CABA- siempre que éstas últimas adhieran a esta futura ley nacional. Se pueden incluir entre los mismos fondos, a especies que tengan importante valor para el proyecto que nos trata.

*) Reasignación con un criterio de eficiencia, de ciertas partidas de los presupuestos públicos respectivos, incluyendo los que liberen una futura y significativa readecuación tarifaria en los servicios de la OFSE que llevará a una reducción de las pérdidas que viene presentando esta compañía, y la minimización de la evasión de miles de usuarios que utilizan los servicios de esta empresa.

*) Aportes de los presupuestos actualmente destinados a desarrollo territorial, con relación a la recuperación de ciertos ramales estratégicos a estos fines, que, en términos de contabilidad tradicional, resultan inviables.

*) Préstamos de largo plazo otorgados por organismos multilaterales, principalmente aquellos vinculados a la reconversión económica para adecuarse a las exigencias asociadas a la problemática del cambio climático.

*) Otros no identificados, evitando asignar específicamente fondos que provengan de derechos de exportación o de importación, dado que los mismos están expuestos a serias restricciones impuestas por las distintas visiones de política partidaria, que detenten el poder nacional en distintas épocas (29).

(29) Se trata de tributos no coparticipables, renta exclusiva de la Nación, según artículo 4 de la Constitución Nacional.

Consideraciones Finales. Hacia el Ferrocarril M.E.S.S.I. que anhelamos

Si queremos que el desarrollo de nuestros ferrocarriles recupere una parte importante de su esplendor, debemos contar con una política de Estado rigurosa como la expuesta antes, que trascienda a los tiempos de las elecciones nacionales y a una gestión en particular. Por ende, no resulta positivo que se intente dar tratamiento legislativo a la misma, en épocas electorales.

En esa política de Estado deben participar activamente en sus definiciones, además de las autoridades nacionales competentes, las provincias y CABA, cualquiera sea el signo partidario que las gobierne, los sindicatos de trabajadores de esta actividad, universidades, asociaciones civiles de distinta índole y expertos privados en la medida que tengan un interés justo sobre la temática que nos trata, el FASE, CENADIF, Belgrano Cargas & Logística, etc.  Pero esa participación debe ser profunda, no una mera convocatoria para sumar voluntades al estilo de un contrato de adhesión.

El Congreso de la Nación debe llevar adelante un profundo debate, con altísima participación y lograr un acuerdo de tal magnitud, que se convierta en un caso testigo de Política de Estado, a la “Reparación Histórica” que nos ocupa.

Sin ese debate, la “Reparación Histórica” se convertirá en un simple eslogan o narrativa, toda vez que contenga unas pocas propuestas simples -típicas de iniciativas legislativas que buscan una rápida sanción en medio de un período electoral, con aprobación a libro cerrado-. Y no sería de extrañar incluso, que una presentación inoportuna al Congreso de la Nación como la que estaría ocurriendo, sea una operación del tipo “hacer para que nada se haga”, aprovechándose de la buena fe de algunos buenos funcionarios del sector público y/o legisladores nacionales, comprometidos con nuestros ferrocarriles. 

Es fundamental tener en cuenta la inconveniencia de mantener el modelo de separación vertical, dado su fracaso (concretado por el descalabro económico – financiero que presenta OFSE, entre otros problemas), tal cual se exteriorizó antes. Mantener ese modelo, implica asumir pérdidas irracionales, y en la práctica lograr que los fondos que con enorme esfuerzo de la sociedad argentina se obtengan para los ferrocarriles nacionales -a partir de la puesta en vigencia de una nueva ley-, sean muy mal asignados en un futuro. 

Y si el ferrocarril recobrara su esplendor a muy largo plazo, como lo deseamos, es incompatible el alto y bienvenido nivel de actividad que tendrá, con el marco regulatorio actual -que es obsoleto en no pocos aspectos-, por lo que plantear la “Reparación Histórica” simplemente como un fondo de financiamiento, que no tenga un horizonte de cuarenta años y un nivel acorde -que estimamos en 1% del PBI-, suena a muy poco -más allá de las muchas cuestiones sensibles que se deben abordar vinculadas a esta actividad, para que todo se armonice en función de los objetivos perseguidos y los resultados sean exitosos, como aquí también se planteó-.

En Argentina existe una gobernanza pendular y ello representa una amenaza constante para la actividad productiva, que es demandante de un transporte eficiente y, por ende, de un servicio ferroviario competitivo, sostenible en el tiempo, que, claro está, no existe como tal.

Sin una Política de Estado integral, nuestros ferrocarriles seguirán soportando por décadas, serios problemas estructurales, que no se arreglan con decisiones de la política partidaria de turno, en ejercicio del poder. No sirve contar una ley en la materia bajo la consigna que un contenido limitado, representa lo posible, alejándose de lo necesario a muy largo plazo. Aunque demore mayor tiempo el debate legislativo respectivo, el mismo debe darse y es fundamental obtener una muy buena legislación como la que aquí proponemos. 

De concretarse en el futuro, la sanción por parte del Congreso de la Nación de una “Ley de Reparación Histórica de Ferrocarriles Argentinos” -o como finalmente se titule la misma-, amplia, profunda, producto de un gran acuerdo nacional y no de los dictados egoístas de una fracción política minoritaria que esté en el poder circunstancialmente, nuestro país ingresará en la décima etapa ferroviaria de su historia, y podrá contar a muy largo plazo con un sistema asociado a este modo de transporte, del tipo “M.E.S.S.I.”, acrónimo representativo de “Moderno, Económico, Seguro, Sostenible e Irremplazable”.

CV de Fernando Vilella 

Ingeniero Agrónomo. En FA-UBA es Profesor Titular de la Cátedra de Agronegocios y Director del Programa de Bioeconomía, fue Decano 1998-2006. Consultor del CARI. Columnista de Mitre y el Campo. Profesor en diversas maestrías. Coordinador de Bioeconomía del Plan País Argentina. Miembro de MAIZAR. Autor de 15 libros, 12 capítulos de libros, 3 Videos, 39 publicaciones internacionales con referato.  Pionero en el impulso de un proyecto de Ley de Reparación Histórica de Ferrocarriles Argentinos.

CV de Claudio Alejandro Molina

Argentino, 59 años

molinaclaudio2006@gmail.com, +54911 4479 9781

Contador Público (Universidad Nacional de Lomas de Zamora) desde 1986.

Consultor en temas de agronegocios, bioenergías y ferrocarriles desde 2000 a la fecha

Socio fundador y Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno desde el momento de su constitución en 2005.

Asesor externo de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) desde el momento de su constitución, en 2007 a la fecha.

Columnista en distintos medios de prensa sobre temas de agronegocios y energía, biocombustibles y ferrocarriles desde 2000.

Conferencista  en diversos eventos organizados por el sector público, ONG’s y empresas privadas desde 2000 a la fecha.

Fue Consultor del INTA, del PROSAP y del Consejo Federal de Inversiones.

Fue docente universitario en las asignaturas Teoría y Técnica Impositiva, Matemática Financiera, y Evaluación de Proyectos de Inversión.

Se desempeñó en el sector privado como Gerente Administrativo y como Gerente Financiero en empresas del rubro agroalimentario entre 1986 y 2000.

Pionero en el impulso de un proyecto de Ley de Reparación Histórica de los Ferrocarriles Argentinos.

11 de septiembre de 2023

Sunchales: Otra familia se fue a vivir a la Estación del Ferrocarril

Actualidad

Una joven mamá con dos pequeños a cargo ingresó en uno de los despachos que le pertenecen a ferrocarriles argentinos. El hecho es parecido al que se había dado la semana pasada.

En este caso, la femenina usurpó uno de los espacios desocupados en la Estación con la intención de tener un techo y proteger del frío a sus bebés de dieciséis y cuatro meses, respectivamente.

La mujer estaría en situación de calle tras haber asentado una denuncia por violencia de género. Y claro, ahora a la espera de ayuda social por parte del Municipio.MeridianoDigital.com

7 de septiembre de 2023

San Juan: Accodepas intervino en la demolición de la Estación La Rinconada, en Pocito

Actualidad

Según informó el arquitecto Jorge Cocinero, presidente de la asociación, hubo intervención en el terreno donde se encuentra el ferrocarril, que "gracias a denuncias de vecinos y en forma urgente", se intercedió ante la demolición.

En la tarde de este miércoles, ACCODEPAS informó que intervino en la Estación La Rinconada, en calle Aberastain antes de llegar a calle 14, en Pocito, donde una topadora comenzó a demoler parte de la construcción histórica que se encuentra en el lugar. 

Según informó el arquitecto Jorge Cocinero, presidente de la asociación, hubo intervención en el terreno que pertenece a Ferrocarriles Argentinos, gracias a un vecino que denunció la demolición. Según manifestó, en el lugar se tiraron abajo los baños de la antigua estación y parte de donde funcionaba la administración, lo que representa un 20% del total de la estructura. 

"Nos enteramos que era la gente de club Atenas, que son linderos al lote donde está la estación de ferrocarril, y se habían tomado atribución de empezar a demoler. Al aparecer nosotros, hicimos la llamada de teléfono a la policía que se arrimó, estuvo en estuvo en el lugar, y el Intendente dio la orden de la paralización total de los trabajos. Se habían demolido lo que fueron en un momento los baños y la parte trasera de lo que era de la administración del edificio que tiene cerca de 130 años", detalló Cocinero a Diario La Provincia SJ. 

Al respecto, puntualizó que si bien la estructura se encontraba con un alto índice de deterioro, sobre ella sería posible una futura restauración. "Lo más dañino es que esto en un terreno federal, pertenece a Ferrocarriles Argentinos y todavía no ha sido donado a la provincia ni tampoco al municipio. Se han metido en un terreno que no les pertenece", sostuvo. 

Y agregó: "Ellos aducen que, como han sido prestados algunas partes de estos terrenos para hacer algunas canchas, la idea era ampliar esta zona, pero según el Presidente, dijo que jamás había autorizado que se tocada esta edificación. Esa fue la justificación que dieron".

"Le hemos dado intervención al intendente de Pocito para que él le de curso a las denuncias que haya que hacer y que correspondan, y que por supuesto nosotros vamos a ser parte de esa denuncia. Si es necesario y las cosas continuaran, que creo que no van a seguir porque estaba ahí el presidente y dijo que paralizaba todo y no iba a continuar; si no se da ese caso haríamos la intervención a la Justicia Federal", cerró Cocinero.LaProvinciaSJ.com

1 de agosto de 2023

APDFA: "La Argentina circular y los ferrocarriles"

Nota de Opinión

Por: Ing. José Adrián Silva (*) (para Crónica Ferroviaria)

El Secretario General de la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles y Puertos Argentinos, Ing. José Adrián Silva, en una nota de opinión que lleva como título: "La Argentina circular y los ferrocarriles", expresa lo siguiente:

"Muchos hechos de la política y la economía muestran a "la Argentina Circular" donde las decisiones se repiten en distintos momentos históricos".

"Las políticas sobre el ferrocarril son un claro ejemplo de lo que pasó tras la nacionalización del gobierno de Perón que puso el sistema al servicio de los intereses nacionales".

"La dictadura militar del 76 bajo la campaña del "déficit" redujo servicios y personal, y cerró ramales y talleres. En realidad, continuó el plan del "desarrollismo" de Frondizi con el Plan Larquin".

Secretario General de la APDFA, Ing. José A. Silva

"La vuelta de la democracia revirtió parcialmente las decisiones fortaleciendo Ferrocarriles Argentinos, pero esbozando un plan que incluía participación privada. El Menemismo de los 90 con aquellos mismos argumentos produjo la mayor destrucción del sistema de la historia con una escandalosa privatización cuyas consecuencias quedaron a la vista todos los argentinos. El gobierno de Néstor Kirchner que definió esas políticas como un "Genocidio" optó por la reconstrucción, expansión del sistema y recuperación de gran parte para el Estado."

"El gobierno de Macri desempolvó aquellos viejos argumentos y le dio otro duro golpe al sistema ferroviario, políticas que el actual gobierno comenzó a revertir".

"En cada uno de esos momentos, la APDFA coherente con su posición histórica, estuvo del mismo lado plantando su postura y asumiendo los costos que eso implica".

"Y ahora en los anuncios de campaña, las propuestas liberales repiten las mismas falsas consignas y nuevamente anuncian privatizaciones y ajustes en el ferrocarril. Al mismo tiempo, como esquizofrénicos hablan de la necesidad de fortalecer el sistema ferroviario".

"Todo pasó y se repitió varias veces. Que el pueblo no permita un nuevo retroceso. Seguramente hay muchas cosas por corregir, planes que profundizar y poder demostrar que el Estado puede ser eficiente. Es una decisión política. Pero lo que no debería pasar es que nos vuelvan a convencer que las inversiones son déficit repitiendo aquella mentira de que "achicar el Estado es agrandar el país". Así nos fue".

"Lo que se invierte en ferrocarriles evita gastos mayores en subsidios directos e indirectos en medios alternativos, además de influir positivamente en la conectividad, en las economías regionales, en la nivelación social, en la actividad industrial, en la defensa del medio ambiente y en la generación de empleo calificado".

"Que no nos vuelvan a confundir".

(*) José Adrián Silva

Secretario General APDFA

Ingeniero Electricista/Industrial - UTN

Ingeniero en Ferrocarriles - UBA

Experto en Transporte - Universidad Compiutense Madrid

18 de abril de 2023

Tren Museo Itinerante visitará la estación Rojas de la Línea San Martín

Museos Ferroviarios

El Tren Museo Itinerante, que lleva recorridos más de 7.000 kilómetros y visitó 38 localidades de cuatro provincias, llegará a la ciudad de Rojas los días 28, 29 y 30 de Abril.

En preparación para su llegada, Jorge Alonso, Coordinador de Tráfico de Ferrocarriles Argentinos, realizó un relevamiento del territorio en la estación Rojas de la Línea San Martin, junto al director de Cultura de la ciudad, Alejandro Elcoro.

Estación Rojas de la Línea San Martín

La iniciativa cultural del Tren Museo Itinerante ofrece a los visitantes la oportunidad de conocer la historia ferroviaria del país a través de sus distintas propuestas. Desde el recorrido informativo que comienza en el coche N° 1 y finaliza en el coche N° 8, hasta la realización de actividades interactivas y juegos en los Coches Pullman PA 427 y PA 408, pasando por proyecciones de documentales y juegos en el Coche de Primera Clase P1068, así como también exposiciones en el Coche Cine PAC 606 y en el Coche CT 1517, donde se exhiben piezas propias del Museo Nacional Ferroviario.

Además, el Coche Presidencial OF 1 es un atractivo especial, donde los visitantes pueden conocer los recorridos realizados por el vehículo, los presidentes que han viajado en él, y la histórica visita del Papa Juan Pablo II a la localidad de Luján. En el icónico Coche Salón-Bar BA 400, se ofrecen bebidas y refrigerios a la venta, y también se puede utilizar para reuniones protocolares o entrevistas.

Asimismo, se coordina con el concesionario del ramal, para evitar superposiciones en el uso de la infraestructura y permitir el despliegue del Tren Museo Itinerante en la ciudad sin inconvenientes.ElNuevoDiarioRojense.com

20 de marzo de 2023

La Federación Internacional del Transporte condena los ataques a los trabajadores ferroviarios argentinos

Gremiales

Redacción Crónica Ferroviaria

La Federación Internacional del Transporte (I.T.F.) informa que está consternada por los recientes ataques contra los trabajadores ferroviarios argentinos y por las acciones imprudentes e irresponsables de los empleadores que los provocaron.

"Las cancelaciones y los graves trastornos sufridos por los ferrocarriles argentinos han sido causados por la mala gestión y la falta de inversión, no por los trabajadores. En lugar de asumir su responsabilidad, la patronal ha optado por culpar a los trabajadores", manifiestan desde la ITF.

Asimismo, dicen que "este vergonzoso chivo expiatorio ha provocado ataques al personal ferroviario por parte de varios pasajeros furiosos, que han dejado a muchos con heridas graves". 

"Debemos ser muy claros", afirma David Gobé, Presidente de la Sección Ferroviaria de la ITF. "Los trabajadores ferroviarios y los pasajeros tienen los mismos intereses. Sabemos que salarios y condiciones decentes significan una mejor experiencia para los pasajeros. A su vez, una inversión adecuada significa buenos empleos para los trabajadores y mejores servicios para el público".

Condenamos sin reservas los ataques contra los trabajadores ferroviarios argentinos. Tenemos claro de quién es la culpa: de los empresarios y los políticos que se niegan a asumir la responsabilidad de sus fracasos y de las autoridades argentinas que se niegan a dar a los ferrocarriles argentinos la inversión y la financiación que necesitan y que el pueblo argentino merece.

Las acciones de los empleadores que comprometen la seguridad de los trabajadores ferroviarios son vergonzosas en sí mismas, pero tampoco ofrecen soluciones al público viajero que, con razón, se siente frustrado por la deficiente prestación del servicio.

Hoy, en la Conferencia de Trabajadores Ferroviarios de la ITF, reunida en Johannesburgo, Sudáfrica, los sindicatos ferroviarios han aprobado una moción destinada a coordinar la solidaridad con todos los trabajadores y trabajadoras del transporte que se enfrentan a ataques contra sus derechos democráticos básicos, y a facilitar un mayor intercambio de información entre las organizaciones afiliadas sobre campañas e iniciativas que ayuden a defender una mayor inversión en el transporte público y la necesidad de la propiedad pública.

La moción presentada por el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT), 'Defender los puestos de trabajo, los salarios y las condiciones en el ferrocarril y ganar la batalla por la inversión pública y la propiedad pública', hará que la ITF refuerce y amplíe la campaña mundial de la ITF por un Ferrocarril Seguro y Sostenible. La campaña seguirá condenando a los gobiernos que actúan en nombre de las compañías ferroviarias privadas, tratando de recortar personal, tercerizar servicios, imponer nuevos acuerdos laborales y una mayor automatización a expensas del empleo, la seguridad y la accesibilidad.

9 de febrero de 2023

La hora de una reparación histórica para los ferrocarriles argentinos

Nota de Opinión

Por: Fernando Vilella y Claudio Molina (para el Diario La Nación)

Las altas emisiones de gases de efecto invernadero ha generado un cambio climático persistente en el mundo que se manifiesta en el calentamiento global; la toma de conciencia del mismo instaló un nuevo paradigma energético para todas las actividades, dentro de ellas para el transporte, uno de los grandes responsables del citado proceso.

Actualmente el transporte por ferrocarril resulta muy eficiente en términos ambientales y de protección de la salud humana, hasta el punto que entidades como el Banco Mundial, que financiaron fuertes racionalizaciones de ferrocarriles en el pasado, hoy promueven su uso.

El paradigma de la década del sesenta consideraba al ferrocarril como un transporte vetusto, que debía dar paso a otros modos, como el automotor y el aéreo. Este proceso fue rápido y creciente, de manera que el ferrocarril fue perdiendo participación en el transporte de personas y de cargas, tanto en el mundo como en la Argentina.

En ese momento, la cuestión del cambio climático global no estaba instalada como un problema importante para la humanidad, por ende, la misma no era abordada por los tratadistas de entonces, salvo excepciones. Daba lo mismo sustituir un transporte amigable con el medio ambiente -ferrocarril/tranvía- por otro mucho menos limpio -como el transporte automotor-.

Y como si esto fuera poco, se estaba produciendo una transición tecnológica, donde resultaba indiscutible que la motorización a vapor cediera definitivamente su lugar a las motorizaciones diésel eléctrica y eléctrica propiamente dicha. Como efecto colateral negativo de este proceso, se reducía significativamente la demanda de puestos de trabajos en el ferrocarril .

El uso del ferrocarril se acentuó para el transporte a más largas distancias, principalmente de cereales y oleaginosas, algunos productos agroindustriales a granel, productos de la minería y áridos en general, pero ello estuvo muy lejos de revertir las tendencias de tráfico.

En nuestro país, la participación ferroviaria en el caso de transporte de cargas llegó el año pasado a un 4,4 % en toneladas y a un 6,3 % en tonelada-kilómetros aproximadamente, hecho por cierto insostenible. Observa Pablo Martorelli, presidente del Instituto Argentino de Ferrocarriles, que, dado que el ferrocarril no está presente en muchas zonas productivas demandantes de transporte de cargas, en los lugares donde sí está presente, puede participar entre un 10 y 25% del total de las cargas que allí se generan, según los casos. Pero el promedio ponderado de participación es el citado al inicio, o sea, arroja un resultado extremadamente bajo.

Según el Observatorio Nacional de Datos de Transportes, Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial, Universidad Tecnológica Nacional, la máxima carga ferroviaria histórica en la Argentina, se obtuvo durante 1927, con poco más de 44 millones de toneladas. Luego comenzó a declinar significativamente el tráfico, aunque la elección del ferrocarril para las distancias más largas permitió suavizar la caída mencionada en términos de toneladas-kilómetros registradas. Según la misma fuente, en 1944 se registró la participación ferroviaria de carga más alta en términos de miles de tonelada-kilómetros, con 17.744.000. Este máximo coincide con uno de los picos históricos en la superficie y producción de trigo y del récord en la exportación de carne vacuna.

La caída de la producción de granos a partir de 1930 por políticas nacionales e internacionales que llegan a valores mínimos a comienzos de los 60 son parte del escenario donde se cuestiona al ferrocarril como medio de transporte.

Desde 1948 a la fecha, existieron varias restructuraciones en la actividad ferroviaria, entre ellas, las que ocurrieron con la creación de la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino en 1956, la registrada durante 1961 –en el que se llevó a cabo la consultoría internacional conocida como Plan Larkin, que dejó una marca indeleble a lo largo del tiempo y contribuyó activamente al desguace de nuestro ferrocarril-, la relacionada con la reorganización de la citada empresa que pasó a denominarse Ferrocarriles Argentinos desde 1968/69, la vinculada con el Plan de Mediano Plazo de F.A. de principios de los setenta –a cargo de la francesa Sofrerail-, la correspondiente al Segundo Plan de Mediano Plazo de fines de los setenta, la producida con los intentos privatizadores del Gobierno de Raúl Alfonsín, la registrada con los cambios de tipo disruptivo acaecidos durante el Gobierno de Carlos Menem, la establecida por la gran cantidad de reformas de los 2000, a través de las leyes 26.352 y 27.132.

El amplio territorio de la Nación, caracterizado por la existencia de largas distancias entre las poblaciones más importantes ubicadas fuera del Área Múltiple Buenos Aires, y una economía que tiene en la actividad agropecuaria y agroindustrial, su motor más importante, además de la creciente participación de la minería, requiere contar con un ferrocarril eficiente, tanto en extensión, conectividad, como en calidad de los servicios prestados. Es importante destacar que desde los 60 solo la producción de granos pasó desde 20 millones de toneladas a 140 millones (2021/2022), o sea, se multiplicó por siete, y las exportaciones agroindustriales pasaron de 7 a unos 90 millones, multiplicando por casi trece.

La red llegó a tener casi 44.000 kilómetros de vías férreas normales y poco más de 3000 kilómetros de ramales económicos industriales, forestales, etc. Actualmente tiene alrededor de 37.000 kilómetros, pero solo aproximadamente 18.700 kilómetros están activos, incluyendo las vías férreas de tránsito urbano de pasajeros. Dos terceras partes de la carga anual transportada por ferrocarril en el país, se realiza en menos de 3000 km, o sea, que el uso de la red es bajísimo.

Aquélla presenta una gran cantidad de problemas, a pesar de las importantes inversiones que se han realizado durante los últimos años, entre ellos:

a) Baja densidad de tráfico, tanto en cargas como en pasajeros, en este último caso, en medianas y largas distancias. Este problema se constituye en una importantísima debilidad de todo el sistema, además de la detallada en el punto siguiente.

b) Pronunciada desactualización de las tarifas, principalmente en el transporte de pasajeros, imperfección agravada por la existencia de un contexto de muy alta inflación, que, en conjunto a los bajos volúmenes de carga registrados, generan fuertes quebrantos (por más que se haga una evaluación social de los mismos) y por ende, un coeficiente de explotación muy superior a uno, creciente con el paso del tiempo, y récord histórico.

c) Presencia de una orientación manifiesta de las vías hacia los puertos de Buenos Aires, Bahía Blanca, Rosario y Santa Fe, limitando así el desarrollo del transporte de bienes no destinados a la exportación vía Atlántico. Por ende, las conexiones trasversales existentes son escasas;

d) Existencia de una variedad de trochas, poco funcionales;

e) Proliferación de ramales redundantes, que se instalaron no para procurar un armónico desarrollo territorial, sino por la existencia de una irracional competencia entre capitales extranjeros privados previos a la nacionalización;

f) Alta obsolescencia de la infraestructura, con abundancia de vías de bajo peso por eje –menores a 20 tns.-, asentados en balasto de tierra, cuya vida útil ha sido superada ampliamente, facilidades logísticas en creciente mal estado, y cruces ferroviarios que no son los adecuados en muchos casos para el creciente aumento poblacional;

g) Deficiencias habituales en varias playas de maniobras y clasificación, que hacen muy lento y confuso el tránsito de los trenes de carga que no sean organizados en operativos de punta a punta.

h) Importante presencia de material rodante obsoleto y/o mal mantenido, incluso muchas veces escaso. En el caso de la prestación de servicios suburbanos de pasajeros, es este un factor de enorme importancia, que atenta contra la calidad de los mismos.

i) Crecientes problemas de seguridad, en sus distintas dimensiones.

j) Cronogramas de servicios de pasajeros inadecuados, sea por elevados tiempos de tránsito, y/o por falta de frecuencias en muchos lugares –no solo los más relevantes-, principalmente en épocas de alta demanda.

k) Condiciones de trabajo muy deterioradas en no pocos casos.

l) Elevada dependencia de las importaciones para infraestructura y material rodante, con existencia de muy bajos incentivos a la innovación por parte de la industria ferroviaria nacional.

m) Falta de actualización de una buena cantidad de regulaciones dentro de la actividad –hecho que las tornan obsoletas-, en sus distintas dimensiones.

n) Deficiente coordinación entre todos los actores de la cadena de valor de los ferrocarriles argentinos.

Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado -FASE- es una empresa que fue creada por la Ley 27.132 pero prácticamente estuvo inoperante hasta febrero de 2022. Con la nueva gestión iniciada en dicho mes, paulatinamente fue asumiendo el rol estratégico que le ordena esa norma, al constituirse en el nexo del sector ferroviario en su conjunto, con el Ministerio de Transporte y dentro de él, con la Subsecretaría de Transporte Ferroviario. Fue así que FASE comenzó un proceso de gestión positiva y relevante, potenciado el trabajo del solvente equipo técnico y gerencial que posee.

El equipo técnico de la Subsecretaría de Transporte Ferroviario que conduce Agustín Special, venía desarrollado un importante plan de obras ferroviarias, el que se está potenciando con la articulación que lleva adelante el equipo de FASE y que será incluido de manera principal en el alcance de las obras que deriven de Reparación Histórica de Ferrocarriles Argentinos, proyecto de una importancia trascendental para el país, que es de esperar ingrese para su tratamiento en el Congreso de la Nación, muy pronto. En este sentido, sería ideal que la iniciativa sea presentada por un grupo de diputados del oficialismo y de la oposición en su conjunto, para fortalecerla como política de Estado ajena a los intereses de un solo espacio político.

El Sindicato La Fraternidad que conduce el señor Omar Aristides Maturano, ha exteriorizado su respaldo a la citada iniciativa, mientras La Unión Ferroviaria, sindicato conducido por el señor Sergio Adrian Sasia, en el mismo sentido apoya el desarrollo de una política de Estado en materia de ferrocarriles argentinos de largo plazo, instrumentada por ley. Los restantes sindicatos que tienen la representación de los trabajadores ferroviarios en el país, coinciden también con esa necesidad.

La red ferroviaria nacional debe ocupar todo el territorio y presentar un alto grado de conectividad, no solo hacia los puertos, sino también de manera trasversal y con los países limítrofes. La Constitución Nacional, en su artículo 75, inciso 18, al establecer la “Cláusula del Progreso”, otorga un fuerte sustento jurídico a esta definición estratégica.

Para ello, dicha red debe ser rediseñada con la participación de una comisión ad hoc, integrada por distintas áreas de estado de la Nación, provincias, universidades, trabajadores, entidades de la sociedad civil especializadas, etc., y aggionarse así a los requerimientos actuales y futuros de la demanda de transporte de pasajeros y cargas, como así también, a los requerimientos de desarrollo territorial. Un elemento importante es que la red fue diseñada cuando los mercados principales de nuestra bioeconomía, minería y energía tenían como destino los mercados atlánticos, hoy se centran en Asia, con lo cual es importante implementar corredores ferroviarios activos a través de Chile.

Como mínimo, deben ser intervenidos alrededor de cuarenta y cinco corredores ferroviarios, por un total de aproximadamente 19.000 kilómetros, al tiempo que el resto de la red debe ponerse paulatinamente en condiciones, atento se aporte al desarrollo territorial. Resulta imperioso concretar obras trascendentes, como la Circunvalar de Rosario, en cuyo proyecto, la Bolsa de Comercio de Rosario y otras entidades y/o profesionales de los sectores público y privado han tenido una participación significativa.

Esos objetivos se lograrán a través de la sanción, promulgación y reglamentación de la antes citada “Ley Nacional de Reparación Histórica de los Ferrocarriles Argentinos”, que se constituirá en una política de Estado a cuarenta años, dividido en un tramo inicial de diez años para el desarrollo de la infraestructura y material rodante, y los restantes treinta, para la concreción de inversiones que permitan la consolidación de la recuperación de participación relativa de los ferrocarriles en el transporte argentino.

El proyecto de obras de infraestructura que realmente se defina en ese marco regulatorio, con base en el trabajo antes citado desarrollado en el seno de la Subsecretaría de Transporte Ferroviario, debe implementarse a lo largo de diez años, y además, en ese período como así también en los treinta años siguientes –hasta completar cuarenta años desde la reglamentación de esa ley-, debe invertirse activamente en material rodante, nodos logísticos, puertos, playas de intercambio robotizadas y facilidades asociadas -para fomentar el intermodalismo y facilitando el cambio de trochas, contando en todos los casos con la consiguiente promoción de inversiones-, capacitación de recursos humanos, maximización de la seguridad de las operaciones –cuestión relevante toda vez que el objetivo es que el ferrocarril tenga una paulatina mayor participación entre todos los modos de transporte-, promoción de la industria ferroviaria nacional en un marco de innovación tecnológica, asistencia a la reconversión del transporte automotor de pasajeros y de cargas, etc., tópicos todos ellos que deben formar parte de la citada iniciativa legislativa. En otras palabras, la ley nacional que nos trata debe tener un alcance mucho mayor que el asociado a obras de infraestructura y material rodante.

Una parte importante del financiamiento requerido para cumplir con una ley nacional como la citada, debe provenir de la reasignación de partidas presupuestarias actuales asociadas a la inversión pública y/o a gastos corrientes, como así también, del crecimiento de la recaudación derivado de la suba futura del PBI en términos per cápita, al tiempo que las provincias que adhieran deberán asumir una parte de dicho financiamiento, ya que la Nación no puede hacerlo todo. Además, será fundamental la participación privada de riesgo, como el caso del “Acceso Abierto” y de la construcción y explotación de nodos logísticos y puertos.

El modelo de gestión ferroviaria más eficiente para nuestro país, debe establecer la separación vertical de la infraestructura, las operaciones de cargas y de pasajeros (como lo definió la Ley 26.352), y la complementación de la iniciativa público – privado, a través de la figura del “Acceso Abierto” –Open Access-, prevista en la Ley 27.132 y que debe ser objeto de una profunda, ecuánime, rápida y razonable reglamentación, para facilitar las necesarias inversiones privadas de riesgo. Pero es necesario optimizar todo el trabajo que actualmente se lleva adelante, para que los máximos estándares de eficiencia sean concretados en la práctica.

El “Acceso Abierto” no puede seguir esperando, al tiempo que no debe limitarse a gestión de cargas y pasajeros, sino también que debe alcanzar en su caso, a la infraestructura y facilidades conexas. El desarrollo de nodos logísticos representa una excelente oportunidad para potenciar la reconversión del transporte automotor de cargas.

En las próximas cuatro décadas, en el marco del nuevo paradigma ambiental que transita el mundo, la participación mínima del transporte ferroviario de cargas, debe llegar a un 40%, con alta incidencia del intermodalismo. Para ello, los ferrocarriles argentinos deberán crecer en su participación anual promedio, más que proporcionalmente que el crecimiento que presente nuestro Producto Bruto Interno.

La utilización de energías limpias para la movilidad de los ferrocarriles argentinos deberá ser prioritaria.

En la práctica, la pérdida de participación de nuestros ferrocarriles con relación al total de cargas transportadas representa un significativo aumento en el consumo de combustible diésel, proceso asociado a una mayor contaminación y a mayores problemas en materia de salud pública, como así también, en el elevado nivel de vidas humanas que se pierden por siniestralidad, en un importante deterioro del desarrollo territorial, en la contaminación sonora, en la congestión vial, y en los costos de los fletes de mercancías para distancias superiores a 350 kilómetros -salvo excepciones-, entre otros efectos colaterales negativos.

Los subsidios a los servicios ferroviarios que eventualmente sean otorgados por el gobierno nacional deberán dirigirse a la demanda directamente, o sea, a usuarios que necesiten de manera imprescindible dichos servicios y no tengan poder adquisitivo suficiente para soportar las tarifas vigentes. Jamás deben otorgarse a la oferta, para evitar así distorsionar las reglas de mercado.

Por todo lo expuesto, el presente año podría ser de grandes definiciones en la materia. El país necesita una discusión legislativa profunda, razonable, que no ceda a lobbies instalados que operan en sentido inverso, y que al mismo tiempo, logre mayorías calificadas, para lograr así que esta política de Estado sea una realidad, no solo en la teoría, sino que posteriormente sea implementada exitosamente.

La Argentina necesita inaugurar a la brevedad la décima etapa ferroviaria de la historia…

Sobre los autores: Fernando Vilella es director del Programa de Bioeconomía de la Fauba y Claudio A. Molina es analista en Bioenergías y Ferrocarriles

10 de noviembre de 2022

El día que se “robaron” un tren

Nota de Opinión

Por: Gustavo Trigo (para Huarpe.com)

¡Liberá la vía! ¡Liberala carajo, viene el tren! – grita desaforado el auxiliar de la estación

¡Es que de Control Central me ordenan no darle vía libre! –contesta el jefe de estación

¡Liberala cagón! Lo mismo nos va a rajar….

Este es un extracto de uno de los muchos diálogos que se fueron dando a lo largo de aquel sábado 14 de noviembre de 1992, el día en que se robaron un tren

Pero para entender que fue lo que ocurrió hacen 30 años atrás, es preciso poner en contexto cual era la situación del país y más precisamente de la empresa Ferrocarriles Argentinos.

En agosto de 1989, la ley 23.696 de Reforma del Estado proponía la privatización o concesión de las empresas estatales. Luego, el decreto 666/89 daba cumplimiento a la ley anterior privatizando los ferrocarriles de carga y de pasajeros. Para el caso de los trenes de pasajeros, el decreto 1168/92, ordenaba una abrupta disminución de los servicios a partir del 31 de julio de 1992

Los servicios de pasajeros que llegaban a San Juan, tales como “El Sanjuanino” o “El Aconcagua” (por mencionar a algunos), fueron reemplazados por un único servicio llamado “El Cuyano” el que pronto también seria suspendido

La cancelación del tren “El Cuyano”, afectaba a San Juan, Mendoza, San Luis, sur de Córdoba y sur de Santa Fe.

Personal de los distintos gremios ferroviarios, respondieron del mismo modo ante la cancelación de los servicios de trenes de pasajeros: DESCONOCEMOS QUE LOS TRENES GENERALES SE HAYAN CANCELADO, POR LO QUE ACTUAMOS CON LA REGULARIDAD HABITUAL

Es aquí donde un grupo de ferroviarios, deciden correr ese tren de pasajeros, pero para lo cual, arriesgaban mucho más que el trabajo: sabían que podrían quedar detenidos.

Hacer que un tren de pasajeros circule, no es algo sencillo: la locomotora tiene que tener combustible, aceite, arena para el frenado, personal de conducción y personal que luego será relevo de los conductores, autorizaciones para poder circular por la vía, autorización para el ingreso a cada estación, etc…

Este tren se armó el día anterior con cinco choches de pasajeros y para este fin también se falsificaron telegramas internos que anunciaban que ese día iba a correr el tren (tren que ya había sido suspendido). Hasta los boletos que se emitieron eran de cartón ya que no se podía usar la máquina expendedora de pasajes electrónicos.

Fue así que se vendieron todos los pasajes…

El sábado 14 de Noviembre de 1992, el parlante de la estación Retiro del ferrocarril General San Martin, anunciaba a los pasajeros que el tren N° 511 “El Cuyano”, partiría con destino a Mendoza.

Con la formación ya lista esperando en la vía, guardas, mozos, cocineros y camareros listos para salir, “El Cuyano”, con vía libre, partió una vez más de la estación Retiro, pero esta vez, sin autorización.

En la estación José C Paz, ya los esperaba la policía. El guardia de la estación se acercó a la locomotora y les dijo a los conductores: “sabemos que el tren es trucho, pero nos solidarizamos con su lucha” y el tren pudo seguir.

Cada estación representaba un nuevo desafío y en cada estación se negociaba para poder continuar

En la estación Pilar, nuevamente la policía. Aquí es donde los conductores deciden contarles a los pasajeros que el tren era “trucho” y que sabían que estaban cometiendo un delito federal.

Parecía que nos quedábamos ahí nomás, pero los pasajeros se sentaron en la vía a pedir que siga el tren, ¡y nos dejaron seguir!

En las distintas oficinas de control de trenes, los teléfonos no dejaban de sonar, mientras que, en las estaciones, los teléfonos sonaban y sonaban sin ser atendidos. A lo largo de todo el trayecto, la solidaridad de todos los ferroviarios fue fundamental, vecinos de todos los pueblos colmaban los andenes de las estaciones, situación que ningún político pudo impedir

El personal ferroviario de ese tren, sabía que Villa Mercedes podía ser el punto final de ese recorrido y así fue. Gendarmería los esperaba en dicha estación. Unos metros antes de ingresar y advertidos por los ferroviarios locales, los conductores bajaron de la locomotora y fue la pareja de uno de ellos quien ingreso la formación a la estación.

Este hecho tan significativo, que pasó casi desapercibido en su momento, permitió que “El Cuyano” siguiera funcionando por tres meses más, sin embrago, también es una prueba irrefutable del amor de muchas personas por el ferrocarril.

El ferroviario es una raza rara, un tipo de trabajador que ama su oficio y llora cuando recuerda el tiempo pasado...

17 de octubre de 2022

La locura de intentar ganarle el paso al tren: ¿Cómo lo viven los maquinistas?

Actualidad

ace años que la región no tiene el tránsito de trenes de otros tiempos. El de pasajeros quedó reducido a un servicio prácticamente urbano en Neuquén, y en el resto de la línea apenas tres formaciones de carga semanales pasan hacia Bahía Blanca o Zapala. En cambio, lo que no se perdió es la pretensión de algunos automovilistas de “ganarle al tren”.

Están los “deportistas” que pretenden adelantarse, como si se tratara de una competencia. Y los “apurados” que eluden barreras y señales porque no quieren demorarse. El riesgo, al fin de cuentas, es para una sola parte: el conductor del rodado menor, que es quien se llevará la peor parte en caso de que los cálculos fallen.

Pero … ¿cómo se viven estas situaciones desde la cabina del maquinista? Hugo Tamborindegui, titular de la delegación regional de La Fraternidad, explicó que “hay ansiedad, hay estrés. Si ocurre un accidente, seguro que habrá angustia; algunos tienen depresión. No todos reaccionan igual, pero el físico pasa la cuenta”. Lo increíble es que estos hechos recién empezaron a ser considerados “accidentes laborales” a fines de los años ’90; y que el “shock post traumático” empezó a ser reconocido recién en 2009.

En un relevamiento que realizó el mismo sindicato, detalló que los conductores de locomotoras sufrían de irritabilidad, ansiedad, trastornos hepáticos, digestivos, depresión, impotencia sexual, agresividad, miedo, dolores musculares, falta de apetito y cefaleas. “En los tiempos de Ferrocarriles Argentinos, la única atención que tenía un maquinista después de un accidente era ir a declarar a la policía”, explicó Tamborindegui.

Hay otros episodios que derivaron en enfermedades cardíacas o auto inmunes, producto de esas situaciones de estrés que no pueden controlar: desde conductores que no reaccionan frente a la marcha de un convoy ferroviario, descuidados que caminan por las vías o suicidas que se arrojan a su paso.

“Hoy tenemos el reconocimiento de un shock post traumático y hay un procedimiento ya definido que se tiene que cumplir. Para empezar, después de un accidente el par de conductores tiene que ir al médico y la actividad sigue con otros maquinistas”, puntualizó.

También señaló que las actuales locomotoras “tienen su luz encendida todo el tiempo; y en cada cruce, en cada paso a nivel, por protocolo tenemos que hacer sonar la sirena del tren. Muchas veces los accidentados dicen no traía luces, no sonó la bocina… pero puedo asegurar que todos los maquinistas lo hacen”.

Intentar ganarle al tren no es una buena idea: “una formación de carga, transitando a una velocidad de 40 kilómetros por hora, necesita unos 200 metros para frenarse por completo. El peso de los vagones te va empujando. Y cualquier otra maniobra puede terminar en un vuelco, que puede resultar peor”, dijo Tamborindegui.

En otras oportunidades, los empleados ferroviarios se cruzan con algún despreocupado vecino que camina por las vías sin importarle la proximidad de una máquina: “le tocamos la sirena todo lo que podemos, y cuando estamos cerca le decimos de todo… Es muy inconciente”, aseveró. De día, el motorman tiene tiempo de reaccionar y lanzar las alarmas; pero de noche, por más potente que sea el haz de luz que lleve, la visibilidad se reduce enormemente.ANRoca.com