11 de octubre de 2016

Algunas preguntas que todavía siguen sin contestar

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria

Leyendo la nota publicada en Crónica Ferroviaria con el título: "El grave perjuicio que representa la suspensión de los servicios de pasajeros de la empresa Ferrobaires", como tantas otras, tal vez por mi actividad como obrero ferroviario, y después como técnico en la materia, comparto en un todo las expresiones vertidas en la misma.

Ahora bien, surgen varias dudas, a las cuales he vertido a cada uno de los expositores de distintos gobiernos que han surcado por la actividad ferroviaria, y no han contestado, incluyendo al señor Presidente de la Nación, a la actual Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, al Ministro de Transporte de la Nación, a legisladores provinciales, y desde ellos he recibido silencio y alguna tibia nota diciendo "esto es lo que hacemos".


Pues bien, todo eso me recuerda al beep de un aparato médico que mide la frecuencia cardíaca de un paciente, que digamos no se encuentra muy vivo, ni muy sano, y ese paciente es la Pcia. de Buenos Aires y el resto del país. Este paciente a mi criterio, y tal vez por deformación profesional, se haya en estado vegetativo. 

¿Las causas?. Varias. No hay política clara, no se sabe donde se va, y lo más preocupante es que la pelota, en sentido figurado, fue tirada o al cielo bien alto y esperando donde cae, o que caiga y después vemos.

Pero vayamos al hueso o al riñón de la actividad ferroviaria, y apelando a René Descartes: Pienso, luego existo.

El Estado Nacional de la mano, sabe Dios quién ha implementado un plan de retiro voluntario. Podría ser potable, tal vez si tomáramos todas los cultivos in vitro, llamados administradoras, triunviratos, y vaya a saber cuántos más cultivos que resultaron fallidos. Traslados de una empresa privada a la otra con el afán de crear un triunvirato, digamos yo te controlo a ti, tú me controlas a mi, etc, etc.

Hasta ahí todo bien, pero cada empresa tiene su metodologia, su topografía, su población y comportamiento social. De ese engendro sólo surgió un empate híbrido, que deja a las empresas, a las cuales se vino a conquistar (termino propio), en un fracaso.

Pues bien, el Estado Nacional, en un no nada raro, concepto empresarial dice: exceso de personal, en tan sólo ocho ó nueve meses?. No pudo solucionar el galimatías de Ferrobaires, aplicando una medida extrema, sentencia sobre personal en las empresas ferroviarias.

Este pensamiento, es facilmente rebatible. ¿Cuántas empresas participaron en las privatizaciones?. ¿Cuánto imbricamiento, de empresas satélites, asistían a las ferroviarias, y sus sueldos fueron pagados por el estado nacional?. ¿Cuántas empresas trasvasaron personal a otras empresas, y a su vez fueron trasladados con el aval del otro gobierno a organismos creados para un ensayo político que fracasó?. ¿Cuánto amigo político, sin conocimiento en la actividad, fue ingresado en cargos gerenciales o similares?

Surge ahora desde esta administración una remake menemista, un tanto mezquina, en su momento fue llamado retiro voluntario, compulsivo, etc.
Si bien en su momento se resguardó un nucleo duro administrativo con un amplio conocimiento de la materia, con un fuerte aditamento, ingresos-egresos, el ferrocarril empezó a circular.

Se podrá discutir la forma, pero respondía a un paradigma hacia la provincia más grande del País, y fuertemente defendida en su momento por su gobernador, que asumió el compromiso de no nacionalizar esa empresa y dejarla a cargo de la provincia. ¿Discutible, tal vez?. Sí, discutible. En este momento es lisa y llanamente desprenderse de empleados ferroviarios al tum tum.

Y esto nos lleva a otro análisis mas profundo. ¿Sobra personal?, ¿hemos realizado los estudios exaustivos para sustentar esa sentencia?. Ese personal que surgido de una tabla Excel, ¿es personal calificado?. ¿Su expulsión afecta la producción?. Desde ya, digo sí fecta la producción por varios item.

El estado nacional ha invertido tiempo recursos en su capacitación que a su vez con el correr de los años fue perfeccionándose, sin que esas empresas reconocieran el esfuerzos de los trabajadores.

Pues bien, el objetivo de esta administración es eliminar en forma romántica, personal que no se ha seleccionado, por capacidad, conocimiento, contracción al trabajo, sino por una planilla Excel que abarca la franja etárea de 60 a los 65 años.

Se podría argumentar, per secula seculurum, lo errado en las decisiones en política ferroviaria, pero lo extenso del tema conllevaría a un agotamiento esteril.

Muy atte. 
Germán Hugo Aguirre
Técnico en Administración Ferrovíaria.
Especialista en Política y Planificación del Transporte.
Investigador Biblio Nacional Reg 3828
germanhugoaguirre@gmail.com

1 comentario:

  1. He leído la nota , muy buena : comparto la opinión del señor Aguirre , aprovecho la ocasión para saludarlo y enviarle mis saludos .
    Un abrazo , mi respeto de siempre ; Jose Luis Guerrero

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