11 de noviembre de 2014

Juicio Once: Sobrero apuntó "especialmente" contra Jaime

Actualidad

Además, el delegado confirmó que el chapa 16 no verificó problemas al de ser controlado

 El secretario general de la seccional oeste de la Unión Ferroviaria, Rubén Sobrero, sostuvo que la noche anterior al 22 de febrero de 2012, el tren siniestrado fue revisado por los mecánicos Daniel Ferrari y Gabriel Cavallone, ambos delegados.

Si bien aclaró que la formación no estaba en una fosa que permitiera observarla por debajo, confió en el criterio de sus compañeros. Además criticó el servicio del Sarmiento y apuntó "especialmente” contra la gestión del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Después fue el turno de Edgardo Reynoso, también delegado, pero su testimonio fue interrumpido por la indisposición de uno de los miembros del Tribunal. La continuidad de su testimonio podrá escucharse el lunes que viene.


Sobrero además dio detalles de la presunta maniobra, en la que el repuesto de los compresores, dijo, era pintado, envuelto y otra vez llevado a los talleres de TBA. El montaje se realizaba "en la casa del empleado Bravo. Facturaba a nombre de su esposa, que era monotributista”, completó.

Los compresores eran vitales para el sistema de frenado, relató Sobrero, más allá de que sus conocimientos técnicos no alcanzan a ese rubro en particular. El chapa 16 tenía cinco, declaró Reynoso. Y agregó: "Creo que funcionaban bien tres o cuatro”.

En tanto, si bien acusó "especialmente a Jaime” por su inacción, también contó que invitó de manera personal a Juan Pablo Schiavi, en la época que era secretario de Transporte, para que constatara cómo era el servicio. Según dijo, Schiavi quedó "horrorizado” por las condiciones del lugar, sobre todo por la obsolescencia del sistema de señales. En ese sentido, Reynoso también dijo que Schiavi, con el que se reunió cuatro o cinco veces, "pidió perdón a los trabajadores en nombre del Estado cuando recorrió la línea”.

Por otro lado, confirmó que no se reunió con Jaime en ningún momento, y que la empresa se excusaba en que las inversiones debían correr por cuenta del Estado. En ese mismo sentido se expresó Reynoso. "Desde el 99 denunciamos manejos pocos claros de los bienes de la empresa”, dijo Reynoso. Antes, Sobrero se había quejado por la falta de controles de la CNRT.

"El alistamiento es verificar las condiciones para la circulación. Todo mantenimiento diferido fue obviado por TBA. Esas denuncias las llevamos al fiscal Delgado. La mayoría de las notas se las dimos a la Secretaría de Transporte”, puntualizó Reynoso, el encargado de ese tipo de tareas. Sobrero asumió un rol de resignación por no encontrar respuestas a sus denuncias e incluso contó cómo le decían al hombre que hoy no pudo terminar de declarar: "Patrulla perdida”. El apodo, explicó, responde a la rutina de hacer denuncias penales sin hallar eco.


Finalmente, Sobrero confirmó que el chapa 16 no verificó problemas al momento de ser controlado. Recordemos que el tren que manejaba Marcos Córdoba el día del accidente había estado fuera de servicio casi dos meses, por problemas de compresores. Fue puesto en marcha nuevamente cuatro días antes del día de la tragedia. La noche previa lo revisaron dos delegados, que eran mecánicos del depósito Castelar. No le habían encontrado problemas de freno. (Especial El Intransigente).

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