19 de febrero de 2013

MÉXICO Y LA "FIEBRE" DEL FERROCARRIL


EXTERIOR

El tren de pasajeros está de vuelta en México con 3 rutas que conectarían al DF con Querétaro y Toluca, y a Mérida con Cancún. ¿Será útil el transporte?

El transporte en México es un tema polémico y de ferviente actualidad. El crecimiento de la población y las ciudades ha desembocado en congestionamientos viales que, sólo en el Valle de México, cuestan 33 mil millones de pesos (mdp) cada año, según un estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).

El Metro de la capital es una alternativa de transporte que apenas utiliza entre un 10 y un 12% de la población de la ciudad, según la encuesta de  movilidad EOD-07. Pero ese pequeño porcentaje convierte al Metro de México en uno de los cinco más congestionados del mundo, al transportar a casi cinco millones de pasajeros por día.

Aun así, ni los coches ni el Metro son la alternativa preferida para transportarse. La mayoría de los más de 22 millones de viajes diarios que se realizan en el Valle de México se realizan en microbús (46%) o en “combi” (20%). Ante este desafío de movilidad, nuevas alternativas de transporte, como el Metrobús, han surgido en los últimos años. Y ahora, la “fiebre” del ferrocarril centra la atención al interior de la Secretaría de Comunidaciones y Transportes (SCT). 


A finales de enero, Cancún recibió Exporail 2013, en donde una amplia gama de empresas mexicanas y extranjeras se dieron cita para crear nuevas oportunidades de negocio tras el anunció del Gobierno Federal de construir al menos tres proyectos ferrocarrileros de pasajeros: México-Querétaro, México-Toluca y el Tren Transpeninsular en la península de Yucatán.

Un ferrocarril olvidado

En los últimos cinco años, el Gobierno Federal ha invertido poco más de 200 mdp en mantenimiento y conservación de infraestructura ferroviaria, según cifras oficiales de la SCT. ¿Cuánto es eso?

Si lo comparamos con el coste de construir nuevas líneas de Metro, la inversión del último lustro destinada a la manutención de la red ferroviaria apenas alcanza para construir medio kilómetro de subterráneo en la Ciudad de México. Según Francisco Bojorquez, director general del Sistema de Transporte Colectivo (STC), construir cada kilómetro de Metro supone un desembolso de 50 millones de dólares (mdd) o 625 mdp, es decir, el equivalente a más de tres veces la inversión total destinada a manutención de ferrocarriles en todo el país desde 2008.

¿De dónde venimos?

El primer proyecto ferrocarrilero en México se gestó tras una concesión otorgada por el entonces presidente Anastasio Bustamante en el año de 1837, con el objetivo de construir un ferrocarril que uniera la Ciudad de México con el puerto de Veracruz  y con Puebla. Transcurrieron 36 años antes de que Sebastián Lerdo de Tejada inaugurara la ruta el 1 de enero de 1873. Posteriormente, durante el porfiriato (1877 a 1910), se disparó la construcción de ferrocarriles, que pasó de las mil a casi 20 mil kilómetros de vías y fueron las empresas privadas las que construyeron la mayoría de los proyectos que después, fueron nacionalizados.

Ferrocarriles Nacionales de México fusionó a las empresas ferrocarrileras en 1987. Diez años después, el ferrocarril fue privatizado y el servicio de transporte de pasajeros dejó de funcionar, salvo por las rutas turísticas Chihuahua-Pacífico (Chepe), que recorre la Sierra tarahumara y las Barrancas del cobre, y el tramo Guadalajara-Tequila, en el Estado de Jalisco.

México cuenta con más de 20 mil kilómetros de vías, cuya práctica totalidad presta servicios de carga. Empresas como Ferromex, Ferrosur o Kansas City Southern México son algunos de los principales operadores del país y se integran en la Asociación Méxicana de Ferrocarriles (AMF), promotora de Exporail.

Los nuevos proyectos

El Gobierno Federal pretende sacar adelante al menos tres proyectos ferrocarrileros de trenes de pasajeros en los próximos seis años: México-Querétaro, México-Toluca y Yucatán-Riviera Maya-Cancún. 

Según Gerardo Ruiz Esparza, secretario de la SCT, la ruta México-Querétaro tendrá un costo de 25 mil a 32 mil mdp, viajará a unos 160 kilómetros por hora y será inaugurado entre 2015 y 2016. La financiación provendrá en su mayoría del presupuesto público, según el secretario, aunque prevé que también participe la iniciativa privada.

En el caso del proyecto de tren Interurbano México-Toluca, el recorrido entre ambas ciudades demorará entre 25 y 30 minutos a una velocidad de 120 kilómetros por hora. Su construcción comenzará este 2013 y pretende conectar a la capital mexiquense con las estaciones de Observatorio, Tacuba, Naucalpan y Cuatro Caminos. Expertos estiman que su costo puede oscilar entre los seis mil y los 18 mil mdp.

Por su parte, el proyecto del tren Transpeninsular (Yucatán-Campeche-Cancún) requerirá una  “mezcla de inversión pública y privada”, en palabras del secretario de SCT. Su construcción comenzará en 2014 y una vez finalizado, los pasajeros podrán visitar algunas de las principales zonas arqueológicas de la región, como Chichén Itzá y recorrer más de 278 kilómetros entre Mérida, Campeche y Cancún, con estaciones en Punta Venado (Quintana Roo) donde cada año desembarcan cientos de cruceros con destino Cozumel,  la ciudad de Progreso (Yucatán) y Uxmal (Yucatán). 

El Presupuesto de egresos 2013 contempla más de 2 mil mdp provenientes del Fondo Nacional de infraestructura, a la construcción o remodelación de vías férreas y nuevas líneas de metro, entre ellas, la Línea 3 de Metro en Monterrey, la Línea 1 del tren eléctrico de Guadalajara, el sistema Chalco-La Paz en el Estado de México.AltoNivel

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