19 de junio de 2012

SALTA: LA PROMESA DEL TREN URBANO, SIN INDICIOS DE SER CUMPLIDA

ACTUALIDAD

Las formaciones habían sido descartadas ya en España; nunca se formuló un plan concreto para usarlas en Salta.

El Tren Urbano salteño es otro proyecto que circula de papel en papel, y de anuncio en anuncio, pero no se lo ve en las vías.

El 18 de junio de 2009, pocos días antes de las elecciones legislativas de medio término, la presidenta Cristina Fernández lanzó en el tren que iba a transportar pasajeros entre la ciudad de Salta y Cerrillos.

Unas semanas atrás había llegado una formación con capacidad para 120 pasajeros (ochenta, sentados) y que iba a recorrer en una hora el tramo entre Cerrillos y la Universidad Católica. El gobernador Juan Manuel Urtubey y el intendente Miguel Isa se mostraron optimistas: iban a modificar los recorridos de todas las líneas de ómnibus de la ciudad capital y levantarían siete estaciones para crear un sistema mixto de transporte urbano.




Claro que una sola formación parecía insuficiente.

Todo formó parte de las operatorias de exsecretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime, quien invirtió 700 millones de pesos -del Estado- en la compra de material ferroviario descartado en España. El tren destinado a Salta fue comprado a las empresas “Red Nacional de Ferrocarriles Españoles” (RENFE) y “Ferrocarriles de Vía Estrecha” (FEVE). Inversiones ferroviarias para un ferrocarril que no existe.

Voceros del Gobierno informaron en ese momento que “la compra se enmarca en al Acuerdo de Cooperación para Provisión de Material Ferroviario 2005/2010 en el que se destaca que la Argentina adquirirá más de 400 unidades, entre locomotoras, coches remolcados y coches motor”.

En ese momento se informó que habían llegado 24 coches motor Fiat/Caf 593 (8 triplas), 12 coches motor Apolo 2400 (6 duplas) y 10 locomotoras modelo 319, para fortalecer los servicios en el interior del país, ya que los coches Apolo se sumarán a los servicios metropolitanos de Salta y Tucumán, también para reforzar los servicios ferroviarios del Chaco.

De aquella ceremonia realizada en la ciudad de Salta, con la presencia de Cristina, solo quedan los sueños.

Pero no es el sueño del tren urbano, sino del transporte ferroviario. En aquel entonces se auguraba el retorno del ferrocarril, con una inversión cercana a los mil millones de dólares para la recuperación del Belgrano Cargas, que conllevaría la revitalización de los históricos talleres de Córdoba y Tafí Viejo, la incorporación de nueve mil empleados y la reactivación de centenares de pueblos.

Como garantes aparecían los inversores chinos, asociados a capitales nacionales. Parecía todo demasiado lindo.

Un ferrocarril funciona cuando existe un sistema ferroviario completo, que se complementa con el servicio de ómnibus y de camiones.
Para la Argentina sería el transporte natural, y para Salta, el despegue definitivo de su economía.

Hoy no hay tren urbano, interurbano ni de larga distancia.

Mientras tanto, dos formaciones vegetan desde hace tres años en nuestra provincia (una de ellas fue prestada a Chaco, por cierto).

El sindicalista Hugo Moyano explicó todo con brutal sinceridad: “No vamos a dejar que un tren funda a las empresas de camiones”, le dijo a El Tribuno, justamente cuando Néstor Kirchner le encomendó la administración del Belgrano.ElTribuno.com.ar

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