25 de abril de 2012

“TRENES, UNA FALTA DE RESPETO A LA VIDA"


ACTUALIDAD


En los 90, por decisión del gobierno de Carlos Menem, se entregaron en concesión los ferrocarriles. Por entonces adujeron que la razón era una pérdida diaria de un millón de pesos que el Estado no podía solventar. Desde luego, dijeron que la empresa privada mejoraría notablemente el servicio de trenes. 


Pero el concesionario, lejos de mejorar el servicio y ampliarlo, redujo muchísimos ramales, dejando pueblos sin recursos porque destruyeron su medio de vida. La empresa concesionaria obtuvo subsidios del Estado mucho mayores para sostener un servicio obsoleto, usufructuando los bienes del Estado en su beneficio, con una inversión mínima y deficiente para el mejoramiento del mismo. 




Las voces de los trabajadores denunciando las irregularidades y la falta de recursos para el mantenimiento adecuado de las unidades no fueron escuchadas por los concesionarios ni por el Estado. Y permitieron que los trenes sigan funcionando sin condiciones de seguridad, lo que revela una falta total de respeto por la vida. 


Toda entrega de subsidios debe tener una contrapartida, que es el control sobre las empresas subsidiadas sobre todo en este rubro, que tiene que ver con la seguridad de las personas que viajan y donde cualquier error pone en riesgo la vida. ¿Cuál es el beneficio de privatizar un servicio de transporte masivo si la empresa responsable no es responsable? ¿Cuál es la responsabilidad del órgano de contralor que no ejerce control y lo deja en libertad de acción para que siga funcionando?


Estas preguntas exigen una respuesta de parte de quienes entregaron el servicio y de quienes no ejercieron el control, para asegurar a los usuarios el cuidado de sus vidas. Es necesario encontrar una solución para no continuar con una sumatoria de conflictos que siga comprometiendo la vida de las personas y que tan ligeramente pretenden adjudicarle la responsabilidad al hilo más delgado, el maquinista.
Elba del Valle Di Santi
Cartas de Lectores del Diario Clarín

3 comentarios:

  1. No cabe duda que el gobierno nacional es totalmente culpable del accidente de Once, pero insisto con lo mismo, esta carta habla de menemismo y el diario que la publica hizo un silencio cómplice en esa etapa; también los medios de comunicación son culpables de no haber denunciado el vaciamiento menemista del país, y eso lo hicieron a cambio de publicidad oficial

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  2. Pensar que luego de la "Privatización" en todos lados se oían los comentarios..."Por fin,
    que bien andan ahora... hasta los empleados de las diversas líneas te saludan. Están los coches limpios,¡Se viaja como en el primer mundo! Incluso conservo el recorte De la Revista Realidad Ferroviaria de julio/agosto 1.997 en un reportaje el Gte Gral de TBA.
    eran todas positivas. ¡Hasta para el año 2.001 se tenía previsto incorporar 450 coches eléctricos de de manera de ir paulatinamente radiando los "japoneses"
    ¿Que sucede Mama Mía? Como dice el Tango.

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  3. Pensar que al año de las cocesiones, era todo pulcritud, puntualidad, orden. El pasajero era el cliente y había que cuidarlo
    ¿Donde fue a parar todo eso? Por que ahora se los nota (Algo cmbiados) No se si los lectores coinciden conmigo.
    Pidamos que vuelva Ferrocarriles Argentinos.

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