1 de marzo de 2012

¿CUÁL ES TU PARTE?, AUNQUE NO SEAS NI MAQUINISTA NI EMPRESARIO

NOTA DE OPINIÓN

Jorge de Mendonça (Para Crónica Ferroviaria)

Es probable que no se resista por izquierda la primer parte de la lectura, pero propongo llegar al final.

Hace unos pocos meses murieron dos jóvenes en un accidente vial en Bahía Blanca. Su exceso de velocidad no era compatible con el badén hidráulico de la calle. ¿Alguien se planteó la lógica de que un badén pronunciado y progresivo (inclinado), esté ubicado en una calle directriz?. Un político ordenó instalar miles de columnas de alumbrado a la vera de una ruta nacional en La Matanza. Todos los accidentes leves se transformaron en fatales por el descuartizamiento que sufrían los autos al morder las banquinas y chocar contra las columnas. ¿Cuál es la responsabilidad del funcionario, de todo nivel, que no prohibió y/o levantó esas columnas?. ¿Cuál la del contratista que coloca en la banquina algo extremadamente peligroso?. ¿Cuál la del que firmó los planos?.


Nadie fue preso en LAPA, pero quedó demostrado que ese piloto no estaba capacitado para volar y que los aviones repetían falencias una y otra vez. Igual, los pilotos volaban y los talleres entregaban aparatos ¿Era el propietario el que piloteaba y el que entregaba los aparatos?

La presión laboral debe tener un límite. El riesgo de muerte debe ser el límite y la justicia laboral debe aplicar un plus de sanción económica y penal cuando una empresa presiona para que se transgredan normas que ponen en riesgo la seguridad de las personas.

El tren 351 del 27/12/2011 partió con el paragolpes delantero izquierdo del primer coche (encomiendas), colgando de su resorte y sin un solo bulón de los cuatro que tiene. Si el mismo se montaba sobre la locomotora, la muerte se hacía presente. Los cuatro viejos, gordos y grandotes auxiliares y demás de la estación sugirieron un enema con el reglamento ferroviario y rodearon al denunciante. No estaban entre ellos ni el gobernador ni el gremialista preso.

Un funcionario ejecutivo debe sancionar a una empresa ante un incumplimiento de normas de seguridad. Un funcionario de control debe impedir la partida o habilitación de un coche, locomotora o tren en malas condiciones. Un capataz de taller ni siquiera lo debe entregar al servicio. Un maquinista no lo debe conducir. Un "control-trenes" no lo debe autorizar a circular. Un guarda debe cancelar la corrida.

Todos están mucho antes que el paragolpes del andén número 2 de Once.

El riesgo a ser despedido o suspendido por negarse a poner en peligro a vidas humanas solo termina cuando los primeros comienzan a enfrentarlo. Mientras, son todos responsables, aunque sus conscientes quieran proteger a sus inconscientes.
jorgedemendonca@gmail.com

6 comentarios:

  1. ¿O sea que una persona que trabaja para mantener a su familia debe quedarse sin sustento por denunciar fallas,no ser defendido por los forros de los delegados y ser despedido con causa por " el bien general" cuando el titular de la empresa manda a desguazar coches en orden de marcha para vender los cables para financiar su vida personal o utiliza la guita de los subsidios para una linea de colectivos entre Maimi y Orlando? ¿El empleado es responsable por no querer ser linchado por pasajeros cada vez mas violentos y maleducados y por personal jerarquico haragán? Personalmente me da Asco tu punto de vista. ruben_gp22@hotmail.com

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  2. Cierto. Nos hemos ido acostumbrando a dejar pasar lo que sabemos que está mal. Y no solo por miedo a perder un trabajo, nos hemos vuelto indiferentes, una actitud suicida de la que debemos despertar.

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  3. La verdad es que las empresas no quieren denuncias sobre las faltas que existen en el material remolcado o de tracción o de instalaciones fijas. Estimo que aquí hay una gran falta de las organizaciones gremiales que son las que deberían intervenir en cada caso y no dejar salir cuando haya cualquier deficiencia. Esta comprobado que el personal que denuncia es sancionado y si se niega a salir, es posible que lo echen aduciendo justa causa. d+écadas atrás cuando un personal especialmente de maquinas se negaba a salir la empresa respetaba y si intentaba alguna sanción se generalizaba un paro total en todas las lineas. La cabeza de los gremios se corronpieron y no acftuan en favor de sus representados, excepto algunos casos puntuales. Es que la seguridad en todos los órdenes se ha perdido desde lsa misma cabeza del gobierno nacional. ¡Hay que meterle para adelante, reviente por reviente! Solo cuando les viene bien actuan, tal es el caso de TEA que lo destruyeron por nada o mejor dicho por intereses de las patotas y los altos funcionarios que en su mayor parte, no bien producido ese hecho trájico de Once, nadie daba la cara, todos disparaban, no hay dudas. F. Blanco

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  4. Estoy de acuerdo con el comentario. Hay muchas responsabilidades que van desde un humilde trabajador hasta la presidenta de la república, cada uno en su medida.´ No estamos hablando de echarle la culpa al empleado, como infiere Rubén, pero el jefe de talleres que firma la salida de un tren que sabe que no está en condiciones ¿puede decir que está libre de culpa?
    Días atrás un funcionario no quiso autorizar la salida de una locomotora de una empresa ferroviaria estatal y fue desplazado de su puesto...¿Acaso vamos a decir que era un suicida o simplemente cumplió con su deber? ¿Y los profesionales que aceptan y firman reparaciones mal hechas que causan la muerte? ¿donde quedó el juramento que hicieron al recibirse? ¿Y los delegados gremiales? ¿Dónde están para defender al que, por conciencia, no cumple una orden riesgosa? ¿o todos vamos a alegar la obediencia debida? Creo que cuando ocurren estas cosas siempre hay responsabilidades que somos los individuos los que las tenemos que afrontar.
    Por supuesto, nadie niega la responsabilidad absoluta del concesionario.
    Y por sobre todas las cosas, aún por encima del concesionario, la responsabilidad tremenda de los funcionarios que permiten este tipo de cosas.
    Porque como en Cromañón, "a los muertos de Once los mató la corrupción".

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  5. Estoy de acuerdo con la nota de Jorge, pero en el caso del Sarmiento hubo otros inconvenientes graves: muchas veces cuando una formación se detenía por cualquier inconveniente por más que no sea estrictamente ferroviaria como el suicidio de personas; muchos pasajeros se violentaron, agredíeron al personal y quemaron las formaciones, por lo que la decisión de detener un tren no es algo fácil; con esto para nada quiero justificar el hecho de salir con un tren defectuoso, pero sí recordar que había momentos que guardas y conductores sufrieron todo tipo de agresiones.

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  6. El gran TATO BORES decía: NO SE QUEJE, SI NO SE QUEJA !!!!!!

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