4 de enero de 2012

LIBRO "EL FERROCARRIL TRASANDINO", POR: PABLO MORAGA FELIÚ

Este nuevo libro profusamente ilustrado narra la historia de la construcción y desarrollo del ferrocarril que unía a Chile y Argentina.

Acaba de ser lanzado el nuevo libro del investigador Pablo Moraga Feliú “El Ferrocarril Trasandino, La Conquista de la Cordillera de Los Andes” que narra la epopeya de los hermanos Mateo y Juan Clark, hijos de inmigrantes ingleses de Valparaíso, quienes venciendo la altura, los derrumbes y las inclemencias climáticas lograron establecer la linea de ferrocarril de 218 kilómetros que unía Los Andes con Mendoza.


Los trabajos comenzaron en el lado argentino en 1873 y en el chileno en 1889. El ferrocarril fue inaugurado en 1910 y estuvo en funcionamiento hasta 1984, año en que fue abandonado. Hasta 1927 funcionó con máquinas a vapor.

Fundamentalmente fue un tren para los hombres de negocios e inmigrantes, aunque destacadas figuras de la época también lo utilizaron como monseñor José María Caro, el presidente Juan Domingo Perón y artistas como Jorge Negrete y José Mojica.

“El ferrocarril Trasandino fue sin duda un ícono entre los más grandes ferrocarriles de montaña en sudamérica. Sus espectaculares paisajes, sus locomotoras de características especiales unido a la dificultad del trazado y de la operación, lo hicieron un referente entre los ferrocarriles internacionales de trazados difíciles. Así lo destacaba la intensa propaganda de la empresa señalando, además de poseer un servicio de excelencia, ser el único ferrocarril que conectaba en esta parte del mundo, al océano Atlántico con el Pacífico.”, así señala el autor la importancia de este medio.

Ilustrado con variadas fotografías y documentos inéditos, el libro ya se encuentra en las principales librerías del país.

Nuestra amigo y colaborador señor Pablo Anglat nos informa que para adquirir dicho libro en Argentina se puede contactar a la editorial a través de su correo: Guillermo Burgos editorial.ricaaventura@gmail.com
En Mendoza, el libro se puede conseguir en librería Técnica, Rivadavia 24 tel: (0261) 4290471 y (0261) 4340307. Hasta ayer a la tarde había un solo ejemplar más disponible, pero se planea traer más ejemplares dentro de unos 20 días, aproximadamente.

2 comentarios:

  1. Me ha resultado muy interesante. Como mexicano me llama la atención que Jorge Negrete lo haya abordado, no lo sabía. Pero sobre todo me hace reflexionar acerca de la entendemos por "avance" de la tecnología. Si en su momento se pensó para hombres de negocios, hoy por lo menos podría servir para cualquier persona; aunque más lento seguramente sería mas divertido, cómodo y seguro que viajar en las micros que se usan ahora para ir de Santiago a Chile....

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  2. Perdón; en mi comentario anterior quería decir al final "ir de Santiago a Mendoza".
    Aprovechando, va otro comentario:
    Este tema de la extinción de los trenes (que también ha ocurrido en México) pone en evidencia que los cambios de tecnología siempre son en función de los intereses de una élite y luego se imponen como necesarios para todo el mundo. La avidez por el enriquecimiento tan característico de la la modernidad capitalista, generó grupos de adinerados con mucha prisa, "pues el tiempo es oro". Pero el pueblo no tiene tanta prisa, como decía Machado refiriéndose a la gente sencilla que se ve por todas partes: " cuando caminan cabalgan a lomos de mula vieja, y no conocen la prisa ni aún en los días de fiesta".
    La velocidad que alcanzaban trenes
    como el trasandino, o el que alguna ves en 1985 me llevó de Buenos Aires a ciudades como Mendoza y Mar del Plata, y en 1982 de México D.F. a San Francisco en Estados Unidos,es todavía para mi, y - creo - para mucha gente, suficiente, dada nuestra manera de ver la vida.
    Como decía Gordon Childe, celebre arqueólogo: un cazador de renos en el 30 000 a.d. C. no necesitaba recorrer 300 kilómetros a 90 kilómetros por hora, pues "las necesidades humanas no son innatas sino históricas".
    Los que gobiernan han pensado que todos estamos locos por llegar a nuestros destinos y entre más rápido mejor, pero muchos queremos, siguiendo el espíritu del pensamiento de Silo (fundador del movimiento humanista): "hacer las cosas como un fin en si mismo", o sea, cada momento, cada punto del recorrido de un viaje, disfrutarlo, gozar del paisaje, en fin ... experimentarlo como un fin en si mismo.

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